Johandri Pacheco, una migrante venezolana de 23 años, abordó un tren de carga conocido como La Bestia con la intención de llegar a Estados Unidos. Junto con su pareja y su hijo de 4 años, esperaron durante cinco días en un puente en Irapuato para poder subirse al tren. Durante el viaje, tuvieron que cubrirse con cartones para descansar y alimentarse con la comida que les proporcionaban activistas y personas solidarias.
Johandri tenía miedo de dar a luz en México, ya que le habían dicho que la devolverían a la frontera con Guatemala y registrarían a su hija como guatemalteca. Sin embargo, el tren llegó a Irapuato y faltaban 12 días para el parto, según estimaciones médicas.
Johandri creció en una barriada popular en Caracas y emigró a Perú a los 18 años en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, tuvo que enfrentarse a la discriminación y a comentarios despectivos por ser venezolana, pero eso no la detuvo en su lucha por una vida mejor.
Después de pasar por diversos países, Johandri y su pareja decidieron cruzar la peligrosa selva del Darién para llegar a Estados Unidos. Durante el recorrido, tuvieron que caminar bajo el sol durante horas y enfrentar el constante peligro de ser robados o estafados.
Finalmente, Johandri dio a luz a su hija en el techo de un vagón de tren con la ayuda de un paramédico venezolano que también estaba en el tren. Fueron necesarios varios horas de trabajo de parto y la bebé, llamada Mía, nació en condiciones difíciles.
La historia de Johandri y su lucha por una vida mejor refleja la difícil realidad de miles de migrantes que arriesgan sus vidas en busca de un futuro más prometedor. A pesar de los obstáculos y las adversidades, Johandri sigue adelante, luchando por su familia y por un mejor futuro.