El Gobierno de México está considerando la posibilidad de deportar a ciudadanos venezolanos, ecuatorianos y colombianos que hayan sido rechazados por Estados Unidos (EEUU). Según la canciller mexicana, Alicia Bárcena, actualmente se realizan seis vuelos de deportación a la semana hacia Guatemala, Honduras y El Salvador. Además, México ha cerrado un acuerdo con Estados Unidos para deportar de manera rápida a los migrantes varados en las ciudades fronterizas.
Este fenómeno migratorio ha generado la suspensión de trenes de carga en México debido a la presencia de miles de migrantes en los vagones y en las vías, así como manifestaciones y campamentos en el río Bravo. La situación en las fronteras refleja un aumento sin precedentes de personas migrantes en Centroamérica y México, según advirtió la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) esta semana.
En este contexto, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que visitará la frontera con Estados Unidos en Baja California durante el mes de noviembre. El objetivo del acuerdo entre México y Estados Unidos es “despresurizar” la frontera, deportando a los inmigrantes indocumentados de las ciudades fronterizas a sus países de origen y tomando medidas para disuadirlos.
Desde el 1 de enero hasta el 22 de septiembre de 2023, los agentes federales de migración en Estados Unidos han “rescatado” a más de 1.4 millones de migrantes, de los cuales 788,000 han sido retornados por vía terrestre y aérea, según el Instituto Nacional de Migración en un comunicado emitido este viernes.