María Corina Machado, recién electa candidata presidencial en las primarias de la Plataforma Unitaria, se ha convertido en la política de oposición con mayor legitimidad en Venezuela. Con una contundente victoria en las internas del pasado 22 de octubre, donde nueve de cada diez venezolanos votaron por ella, es indiscutible su necesaria incorporación en la mesa de negociación entre la plataforma opositora y el gobierno de Nicolás Maduro.
A pesar de su previa crítica y desconfianza hacia el mecanismo de México y los procesos anteriores de negociación, Machado ha mostrado en los últimos meses una disposición al entendimiento. Esta evolución en su discurso demuestra su entendimiento de la importancia estratégica del acuerdo de Barbados y la mesa de negociación en su estrategia.
Expertos consultados coinciden en que Machado debe ser incluida en la delegación de la Plataforma Unitaria y tener un grado de participación amplio en la mesa. Aunque es posible que surjan roces entre Machado y la plataforma, debido a su distanciamiento de los sectores políticos tradicionales, también se reconoce la importancia de las alianzas en su camino hacia la presidencia.
Sin embargo, tanto los expertos como Machado reconocen que es altamente improbable que se le levante la inhabilitación que pesa sobre ella. Ante este escenario, se destaca la necesidad de establecer reglas de juego y acuerdos para resolver la candidatura y construir la gobernabilidad antes de llegar a la presidencia.
A pesar de las amenazas y dificultades en el camino, los expertos no ven una ruptura o implosión en el acuerdo político. Aunque el gobierno intentará evitar obstáculos y moverá sus piezas, se espera que se mantenga en la mesa de negociación. Las implicaciones de la victoria de Machado y las posturas de ambas partes aún están por verse, pero queda claro que los venezolanos serán el centro de la negociación en adelante.
En resumen, la victoria de María Corina Machado en las primarias de la Plataforma Unitaria la posiciona como una política de oposición legítima y necesaria en la mesa de negociación con el gobierno de Nicolás Maduro. Aunque ha mostrado una disposición al entendimiento, la inhabilitación que pesa sobre ella plantea desafíos en su camino hacia la presidencia. Sin embargo, se espera que se establezcan reglas de juego y acuerdos para resolver la candidatura y construir la gobernabilidad antes de llegar al poder. A pesar de las dificultades, no se prevé una ruptura en el acuerdo político, aunque las implicaciones de la victoria de Machado y las posturas de ambas partes aún están por verse.