El mapa con el tricolor nacional y el territorio Esequibo anexado se ha convertido en una pieza clave de la campaña del referendo consultivo que se celebrará el domingo 3 de diciembre. Después de las primarias opositoras del 22 de octubre, el chavismo ha contraatacado e intenta imponer una narrativa nacionalista en defensa de la zona en reclamación. Esta cruzada ha sido emprendida desde Miraflores con el respaldo de los poderes públicos y el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y sus aliados.
Esta estrategia política busca contrarrestar el éxito de las primarias y ayudar al presidente Nicolás Maduro a recuperar popularidad de cara a su reelección en 2024. Sin embargo, expertos advierten que el referendo consultivo podría ser utilizado por el gobierno para desconocer a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el juicio que se lleva a cabo sobre el Esequibo. De esta manera, se pretende endosar a la ciudadanía la responsabilidad en la defensa del territorio.
Analistas políticos consultados señalan que el chavismo-madurismo hará uso de toda la maquinaria de propaganda del Estado para posicionar la idea de que lidera una lucha por el territorio sin distinciones políticas. Sin embargo, no lograrán borrar el efecto de las primarias ni las demandas de mejores condiciones de vida de la población.
Ricardo Ríos, consultor político, sostiene que esta estrategia es una jugada clásica para crear un enemigo externo y generar cohesión interna. Además, podría servir al gobierno para evaluar la sensibilidad del tema del Esequibo y, en última instancia, buscar un estado de excepción que le permita tomar oxígeno en una jugada arriesgada.
Sin embargo, esta estrategia también conlleva riesgos. Al poner en manos de la opinión pública la responsabilidad de ejercer soberanía sobre el territorio, se puede afectar la batalla judicial para preservar el Esequibo. Expertos señalan que este no es un tema que deba consultarse a la población y que una baja participación en el referendo podría interpretarse a favor de Guyana y la comunidad internacional.
La politóloga Isabella Picón añade que el chavismo-madurismo busca recuperarse internamente y cohesionar al poder político. Sin embargo, la crisis del país ha desgastado la táctica del “hipernacionalismo”. Los nacionalismos y patriotismos suelen ser utilizados por regímenes represivos cuando sus ideas pierden fuerza o popularidad.
La estrategia del referendo también busca dividir a la oposición, que recientemente pareció unirse tras las primarias en torno a la figura de María Corina Machado. Algunos sectores de la oposición han declarado su apoyo al referendo, mientras que otros han manifestado su oposición o han dejado en claro que solo participarán en ciertas preguntas. Esto ha generado críticas y acusaciones de sumarse a la línea narrativa del gobierno.
Ante esta situación, expertos sugieren que la oposición debe llamar a participar en el referendo, pero dejando claro que la inacción del gobierno ha llevado a este punto. También se debe denunciar con firmeza los errores cometidos y proponer acciones efectivas para la defensa del territorio. Es importante tener una línea discursiva sólida y clara para no polarizar ni dividir a la población.
En conclusión, el referendo consultivo sobre el Esequibo forma parte de una estrategia política del chavismo-madurismo para contrarrestar el éxito de las primarias opositoras y recuperar popularidad. Sin embargo, expertos advierten que esta estrategia puede tener consecuencias negativas para la defensa del territorio y la batalla judicial en curso. La oposición debe tomar una postura firme, denunciar los errores del gobierno y proponer acciones efectivas para preservar la integridad territorial.