El proceso del referendo sobre el Esequibo en Venezuela ha generado controversia debido a la ausencia de importantes fases en su cronograma. Además de la falta de una jornada especial del Registro Electoral, también se ha omitido la selección de los integrantes de los organismos subalternos, como las juntas regionales y municipales, y las mesas electorales.
Expertos en procesos electorales, como Jesús Castellanos Vásquez y Celiz Mendoza, han criticado la premura con la que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha organizado este referendo a solicitud del poder político. Esta prisa ha llevado a que etapas importantes, como la apertura del padrón electoral para permitir la inscripción de nuevos votantes y la actualización de datos de los electores existentes, no se incluyan en el cronograma.
Otro punto de preocupación es la falta de información sobre el proceso de selección de los miembros de mesa. Mendoza cuestiona si se realizó un sorteo, como es habitual en cada proceso electoral, o si se convocó a los mismos integrantes de las mesas de las elecciones regionales de 2021. El CNE no ha especificado esta cuestión.
El cronograma del referendo consultivo contempla la capacitación y acreditación de los miembros de mesa del 1 de noviembre al 2 de diciembre, un día antes de la consulta popular. Sin embargo, surge la duda sobre si los ciudadanos seleccionados atenderán esta convocatoria del CNE presidido por Elvis Amoroso.
Mendoza, quien forma parte de la organización Voluntariado Técnico Electoral (VOTE), enfatiza que el servicio electoral es obligatorio y un deber ciudadano de acuerdo con la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre). Aunque alguien no esté de acuerdo con el referendo, eso no justifica no prestar el servicio electoral, a menos que se cumplan las excepciones establecidas por la ley. Si una persona convocada no acude, el CNE tiene el derecho de aplicar las sanciones correspondientes, que pueden ser multas o arresto proporcional.
El CNE ha informado que habrá 15.857 centros de votación y 28.027 mesas electorales para el referendo. En el simulacro previsto para el 19 de noviembre, se habilitarán 1.000 mesas en 485 centros electorales en todo el país. Cada mesa electoral debe estar conformada por al menos cinco miembros principales con sus respectivos suplentes, además de un secretario.
Uno de los riesgos de que los miembros de mesa seleccionados no acudan es que el partido de gobierno pueda “llenar las vacantes” con sus propios miembros o adeptos. Esto podría comprometer la transparencia del proceso electoral. Expertos señalan que, aunque las mesas y juntas regionales se conformen con electores sorteados, el proceso de notificación, capacitación y acreditación es deficiente, lo que permite al partido de gobierno ocupar las mesas con sus militantes.
Es importante destacar que el padrón electoral para el referendo no toma en cuenta la migración de cerca de 7 millones de venezolanos, más de 3.5 millones de los cuales tienen edad para votar.
Las funciones de los miembros de mesa incluyen examinar las credenciales, revisar las credenciales de los testigos electorales, asistir a los actos de instalación, constitución, votación y escrutinio de la mesa electoral, firmar las actas correspondientes, explicar el procedimiento de votación a los electores, permitir la presencia de los testigos electorales, entregar el material electoral al Plan República, velar por el mantenimiento del orden público y solicitar la colaboración del Plan República cuando sea necesario.
En conclusión, aunque el referendo sobre el Esequibo en Venezuela ha generado preocupación debido a la ausencia de fases importantes en su cronograma y la falta de información sobre la selección de los miembros de mesa, el servicio electoral es obligatorio según la ley. El CNE puede aplicar sanciones a aquellos que no cumplan con este deber ciudadano.