El Partido Comunista de Venezuela (PCV), actualmente bajo intervención judicial, ha denunciado que el Gobierno de Nicolás Maduro está ejerciendo presión sobre trabajadores públicos y residentes de barriadas pobres para que participen en el referendo del 3 de diciembre sobre la disputa territorial con Guyana.
En un comunicado, los comunistas han repudiado los mecanismos de coerción y las presiones indebidas que el poder está ejerciendo para obligar a los ciudadanos a participar en un referendo que no tiene carácter vinculante y que no resuelve el conflicto con Guyana. El escrito señala que resulta inaceptable amenazar con despidos injustificados, suspensión de beneficios sociales e incluso retirar la ayuda alimenticia a los trabajadores públicos y a los residentes de sectores populares. Además, se denuncian prácticas de acoso y persecución bajo la acusación de traición a la patria.
La directiva intervenida del partido exige que cese el abusivo autoritarismo gubernamental relacionado con esta votación, en la que los venezolanos decidirán, entre otras cosas, si están de acuerdo en anexar al mapa nacional los casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana. Los comunistas instan a los venezolanos a reflexionar sobre si votar o no y cómo hacerlo, sin dejarse influenciar por la campaña ruidosa que busca mostrar al Gobierno de Maduro como el más patriota, a pesar de que esta votación no supondrá un cambio en la controversia.
En el comunicado, se enfatiza que el Gobierno coarta y viola los derechos laborales, humanos, sociales y políticos de la clase trabajadora venezolana, y se denuncia el congelamiento criminal de salarios y pensiones, fijados por el Ejecutivo en 130 bolívares, equivalentes a unos 3,6 dólares mensuales.
La campaña impulsada por el chavismo para este referendo busca reforzar la defensa de Venezuela sobre la zona en disputa, rica en minerales, aunque el país no ejerce ningún control en esta área desde 1899.