El mundo está experimentando un aumento en la violencia, en comparación con el inicio de este siglo, y se espera que para finales de 2023 haya al menos ocho grandes guerras, junto con numerosos conflictos armados de menor intensidad, según advierten los investigadores. Actualmente, hay conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria, además de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza y la invasión rusa de Ucrania.
Según Therese Petterson, coordinadora del Programa de Datos de Conflictos de Uppsala (UCDP), se espera que haya al menos ocho guerras hasta finales de año, y posiblemente más. El UCDP es un proyecto sueco que investiga, organiza y publica datos verificados sobre conflictos y es utilizado como referencia por organismos de la ONU, el Banco Mundial y otras entidades internacionales. Existen diferentes interpretaciones sobre la definición de guerras y conflictos, pero una de las más adoptadas se basa en el número de muertes, definiendo las guerras como conflictos con al menos 1.000 muertes en batallas en un año, y los conflictos armados como disputas por territorio o poder que resultan en al menos 25 muertes en batallas en un año.
Según Magnus Öberg, director del UCDP, el número de conflictos ha aumentado y las muertes relacionadas con los combates han aumentado en un 97% solo en 2022, con un incremento de más del 400% desde el comienzo de la década de 2000. Paul B. Stares, jefe del Centro de Acción Preventiva del Council of Foreign Relations, también confirma este aumento en los niveles de conflictos armados en los últimos años. Según Stares, hay múltiples factores que pueden explicar este aumento, desde tensiones económicas y sociales en estados frágiles hasta el aumento de tensiones entre las grandes potencias e incluso los efectos iniciales del cambio climático.
Aunque muchas de estas guerras y conflictos causan muerte y destrucción, no reciben mucha atención a nivel mundial. La visibilidad de las guerras y conflictos puede influir en su desarrollo y en la presión internacional para lograr un alto el fuego o brindar ayuda humanitaria. La proximidad de los conflictos a grandes centros de población, las restricciones a los periodistas y las organizaciones no gubernamentales, la disponibilidad de registros en redes sociales y la familiaridad geográfica y cultural del público con los países involucrados son algunos de los factores que influyen en la visibilidad de los conflictos.
La falta de visibilidad puede afectar la disposición de los países a dedicar atención y recursos a pacificar lugares en conflicto. Además, las partes en conflicto pueden sentir que pueden actuar con impunidad cuando no están bajo el escrutinio de los medios de comunicación, lo que puede llevar a que los combates y las atrocidades persistan.
Por otro lado, una gran visibilidad internacional y la movilización de la opinión pública también pueden tener efectos negativos. Puede complicar la búsqueda de soluciones o la reducción de tensiones, ya que los actores más extremistas pueden aprovechar la atención de los medios para incitar a la opinión pública, dificultando la posibilidad de llegar a acuerdos o evitar una escalada.
El año pasado fue considerado el más mortal en términos de conflictos desde el genocidio de Ruanda en 1994, con un total de 237.000 muertes. Esto se debió principalmente a dos guerras extremadamente violentas: la guerra entre Rusia y Ucrania, y la guerra entre el Gobierno de Etiopía y el rebelde Frente de Liberación del Pueblo Tigray. La guerra civil en Yemen, que ha causado más de 300.000 muertes desde 2014, también continúa sin un final a la vista.
En resumen, el mundo se enfrenta a un aumento en la violencia y se espera que haya al menos ocho grandes guerras para finales de 2023, además de múltiples conflictos armados de menor intensidad. La falta de visibilidad de estos conflictos puede afectar su desarrollo y la presión internacional para buscar soluciones pacíficas o brindar ayuda humanitaria. Es importante tener en cuenta tanto los factores que influyen en la visibilidad de los conflictos como los posibles efectos negativos de una gran visibilidad.
Con información de efectococuyo.com