Después de siete días de alto el fuego, el cielo de Gaza nuevamente fue testigo del sonido de misiles y explosiones. Israel confirmó que había reanudado los ataques contra Hamás en la Franja de Gaza, minutos después de que finalizara el plazo para extender la tregua. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron en su cuenta de Twitter que Hamás abrió fuego contra Israel, violando los términos acordados para la tregua que permitió la liberación de 110 rehenes capturados por Hamás y 240 prisioneros palestinos retenidos por Israel. En las primeras tres horas desde el reinicio de los ataques, el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó que más de 30 personas han perdido la vida. Jeremy Bowen, experto en Medio Oriente y enviado especial de la BBC, comentó: “Esta mañana quedó absolutamente claro que la guerra se ha reanudado”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Hamás de no cumplir su palabra de liberar a todas las mujeres rehenes, como se había acordado. Además, se refirió a un supuesto ataque con cohetes por parte de Hamás contra Israel en la mañana. En un comunicado publicado en las redes sociales, Netanyahu reafirmó su compromiso de lograr sus objetivos: liberar a los rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza nunca represente una amenaza para los residentes de Israel. Por su parte, Hamás responsabilizó a Israel de violar el acuerdo de tregua al no permitir la entrada de combustible al norte de la Franja de Gaza. Según una fuente cercana a las negociaciones, Hamás no estaba dispuesto a liberar a los hombres israelíes retenidos en Gaza en las mismas condiciones que las mujeres y los niños rehenes.
Mientras se informaban de ataques en el norte de Gaza, el ejército israelí lanzó panfletos advirtiendo a los residentes de Jan Yunis, en el sur de la Franja, que se trasladen más hacia el sur por su seguridad. Imágenes de los panfletos circulan en las redes sociales, donde se describe a Jan Yunis como una “zona de combate peligrosa” y se indica a los habitantes de las zonas al este de la ciudad que se dirijan a refugios cercanos a Rafah, en la frontera con Egipto. James Elder, portavoz de la Unicef, declaró que la situación en el sur de Gaza en estos momentos es aterradora. Describió el fin del alto el fuego como “la pesadilla que todo el mundo temía” y advirtió que las malas condiciones sanitarias causarían más muertes.
Horas antes de que se reanudaran los ataques, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el primer ministro israelí durante su visita a Medio Oriente. Blinken declaró que funcionarios israelíes le comunicaron su intención de reanudar las operaciones militares en algún momento, y él pidió ciertos requisitos, como poner en marcha planes humanitarios de protección de civiles, evitar nuevos desplazamientos significativos de civiles y evitar dañar infraestructuras críticas. Según Jeremy Bowen, “la dirección a seguir estaba clara”. Netanyahu está bajo una gran presión, especialmente por parte de los ultraderechistas que apoyan a su gobierno, para volver a la guerra. Los combates se reanudaron por todas estas razones y en particular porque el objetivo de Israel de destruir a Hamás aún no se ha cumplido.
Con información de efectococuyo.com