A un mes de las elecciones primarias de la oposición, María Corina Machado ha delineado las tres líneas de acción de una nueva fase de lucha por el cambio político en Venezuela. En una transmisión en vivo el 22 de noviembre, la líder de Vente Venezuela habló sobre el aparato de integridad electoral, la gran alianza nacional y la alineación global, elementos clave para la ruta electoral de 2024 y la derrota de Nicolás Maduro.
El “aparato de integridad electoral” se refiere a la organización de más de 600,000 personas comprometidas y coordinadas en una estructura nacional para la defensa del voto. Machado destacó la importancia de contar con voluntarios y activistas políticos en las casi 50,000 mesas electorales que se esperan para las elecciones presidenciales de 2024. Para lograrlo, Machado llamó a la participación de todos los venezolanos y destacó la necesidad de construir una maquinaria robusta.
Andrés Caleca, ex candidato a las primarias, resaltó la importancia de no dejar ninguna mesa electoral sin testigos y advirtió sobre la amenaza del fraude cuando solo hay miembros de mesa y testigos del PSUV presentes. Caleca estimó que se necesitarán alrededor de 160,000 personas como testigos principales y suplentes, además de una red de voluntarios para brindar apoyo logístico en cada centro de votación.
En cuanto a la “gran alianza nacional”, Machado se comprometió a construir una coalición sostenida en consensos y cooperación entre los distintos sectores de la sociedad. Según el consultor político Ricardo Ríos, esta alianza es crucial para la red de defensa del voto, ya que Machado carece de una estructura partidista y necesita sumar partidos políticos y sociedad civil. Ríos también destacó que Machado busca incluir a sectores del chavismo blando o descontento en esta alianza.
En cuanto a la “alineación global”, Machado ha señalado a Estados Unidos como su principal aliado internacional en la presión para lograr la habilitación de su candidatura a cambio del levantamiento de sanciones. También ha mencionado la importancia de conversar con países como Brasil y Colombia para asegurar garantías electorales en 2024. Ríos señaló que un cambio abrupto en el sistema de gobierno de Venezuela también genera expectativas en bloques de poder internacionales.
A pesar de la presión y el apoyo internacional, Machado no ha mencionado un “plan b” en caso de no lograr la habilitación política. Según los analistas consultados, Machado parece estar decidida a llegar hasta el final y confiar en la estrategia, pero también debe tener un plan alternativo en mente.
En resumen, María Corina Machado ha delineado las tres líneas de acción para el cambio político en Venezuela: el aparato de integridad electoral, la gran alianza nacional y la alineación global. Estos elementos son fundamentales para la ruta electoral de 2024 y la derrota de Nicolás Maduro. Sin embargo, Machado debe enfrentar desafíos, como la construcción de alianzas nacionales y la posibilidad de un plan alternativo en caso de no lograr la habilitación política.