Con fervor y devoción, el pueblo neoespartano celebra la subida de la Virgen del Valle, a su camarín en la Basílica Menor.
La Virgen del Valle, Patrona del Oriente venezolano, de los pescadores y de la Armada Bolivariana, regresó a su camarín en la Basílica Menor, donde bendice a sus devotos que la celebran con fervor y solemnidad cada 8 de diciembre.
Mediante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, se realizó la celebración de fe y alegría en el templo mariano, donde la feligresía estuvo presente para acompañar a la excelsa patrona, en la santa misa presidida por monseñor Fernando Castro Aguayo, obispo de la Diócesis de Margarita, concelebrada por los sacerdotes de varias parroquias y el rector de la Basílica, párroco Emmanuel González.
En la ceremonia se oró por los bautizados, con la intención de vivir plenamente la fe y vocación, y ser sembradores de paz, unión, alegría, servicio, ciudadanía, y por supuesto, el Evangelio de Jesucristo, se refleje en la vida de cada creyente.
Eucaristía
Durante la eucaristía se demostró que el fervor religioso del neoespartano tiene su mayor expresión en la veneración a la Virgen del Valle.
El obispo de Margarita señaló que están consciente que la evangelización de las tierras insulares y el oriente venezolano se han unido de manera importante en la devoción de la madre de Dios, bajo la advocación Del Valle, siendo parte de la historia y de la iglesia, llena de gracia dando a sus hijos y devotos sus dones, compañía y consuelo y con ello, la llegada de Jesucristo.
La Coral Virgen del Valle Mundial, bajo la dirección de Librada Marcano, fue la encargada de armonizar la misa como acto solemne de fervor hacia la Virgen del Valle.
Por el Ejecutivo regional, estuvo presente la presidenta de Funsone, Gloria Rodríguez, como margariteña creyente que venera a la Excelsa Patrona Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo.
Feligreses
La subida de la Patrona de los marineros y pescadores, reunió al pueblo neoespartano para observar la elevación al camarín, y con ello, venerarla y expresar su gratitud, amor y devoción a la imagen de la Virgen del Valle.
Juan de Dios Marcano, 97 años de edad, comentó que no tiene palabras para describir la emoción que siente, como margariteño cien por ciento que es, el poder presenciar la ascensión de la Virgen.
Milagros Vargas, habitante del municipio Antolín del Campo, expresó que se siente feliz y orgullosa porque es la Virgen de la isla de Margarita.