¡Adiós petróleo, gas y carbón! Los representantes de casi 200 países que asistieron a la cumbre climática de las Naciones Unidas en Dubái han tomado la decisión histórica de acabar con su dependencia de los combustibles fósiles y embarcarse en una transición hacia energías renovables y limpias para combatir el cambio climático. Después de dos semanas de deliberaciones, el acuerdo alcanzado el miércoles ha sido calificado como “histórico” por los organizadores del evento, así como por representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido. Sin embargo, algunos países pequeños y vulnerables al cambio climático han expresado dudas sobre la efectividad del acuerdo, ya que no establece plazos ni compromisos concretos para dejar de utilizar los combustibles fósiles. Esta división de opiniones también se ha extendido al ámbito académico y a las organizaciones ambientalistas.
Los delegados presentes en la cumbre acordaron iniciar una transición “justa, ordenada y equitativa” lejos de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, acelerando la acción en esta década crucial para lograr la neutralidad de carbono para 2050, según los últimos avances científicos. Este compromiso sin precedentes marca la primera vez en las tres décadas de discusiones sobre el cambio climático que los representantes gubernamentales del mundo adoptan una postura tan clara. Hasta ahora, los textos y acuerdos anteriores se habían centrado en las emisiones de gases de efecto invernadero, pero no habían abordado directamente la necesidad de reducir las fuentes que las generan en mayor medida, es decir, los combustibles fósiles. “Es el principio del fin [de los combustibles fósiles]”, dijo Simon Stiell, responsable del área de cambio climático de la ONU.
Es sorprendente que el acuerdo haya sido alcanzado en los Emiratos Árabes Unidos, donde la industria de los hidrocarburos representa casi una cuarta parte de su Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, la falta de compromisos explícitos para eliminar o reducir gradualmente el uso de petróleo, gas y carbón ha generado dudas sobre su efectividad. Es posible que las presiones ejercidas por grandes productores de petróleo como Arabia Saudita o Irak hayan contribuido a suavizar los compromisos. Además, más de cien países se han comprometido a triplicar la producción de energías renovables para 2030. Por otro lado, algunos países desarrollados han ofrecido 700 millones de dólares para financiar un fondo destinado a mitigar las pérdidas y daños sufridos por los países más vulnerables al cambio climático.
Las opiniones sobre el acuerdo alcanzado en Dubái son divergentes. El presidente de la cumbre, Sultan al Jaber, afirmó que debemos estar orgullosos de haber elaborado un sólido plan de acción para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C. El jefe de la delegación estadounidense, John Kerry, señaló que el acuerdo es una señal alentadora en un contexto marcado por la invasión de Ucrania y la guerra contra Hamás. Por su parte, el secretario de Estado para el Clima del Reino Unido, Graham Stuart, declaró que el mundo está a punto de poner fin a la era de los combustibles fósiles, aunque reconoció que hay aspectos del acuerdo que no les gustan. Sin embargo, las representaciones de los países insulares expresaron su descontento, argumentando que el acuerdo contiene lagunas legales y que se necesitan cambios más drásticos y un mayor apoyo.
El acuerdo de la COP28 también ha generado divisiones en la comunidad científica y entre las organizaciones ambientalistas. Richard Allan, profesor de la Universidad de Reading, considera que el acuerdo es un pequeño paso esencial hacia el objetivo de limitar el cambio climático causado por el ser humano. Por otro lado, Chole Brimicombe, científica climática del Centro Wegener para el Clima y Cambio Global, denuncia que el texto final de la COP no se ajusta a la ciencia y existe una preocupación real de que no se alcancen los objetivos. Jennifer Morgan, exmiembro de Greenpeace, calificó el acuerdo como un gran paso hacia la creación de un mundo justo y sostenible. Sin embargo, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) criticó que los estados no hayan alcanzado un consenso para la eliminación total del uso de combustibles fósiles. Manuel Pulgar-Vidal, del WWF y presidente de la COP20 celebrada en Perú en 2020, afirmó que para tener un planeta habitable es necesario eliminar por completo todos los combustibles fósiles. Lamentó que, ocho años después del Acuerdo de París, todavía estamos lejos de limitar el calentamiento global a 1,5°C y evitar los peores impactos de la crisis climática.
Con información de efectococuyo.com