“Venezuela reclama dos tercios de Guyana y esa tierra nos pertenece”. Estas son las palabras de Lincoln Green, un vendedor de comida callejera guyanés en el Stabroek Market, el mercado más grande de Georgetown, la capital de Guyana. Green expresa el malestar y la angustia que sienten los guyaneses debido a las recientes tensiones con Venezuela sobre el Esequibo. Sin embargo, para Venezuela, el asunto no es tan simple como lo explica el comerciante guyanés.
Caracas fundamenta su reclamación en que el Esequibo pertenecía a la Capitanía General de Venezuela del Imperio español y que, tras la independencia del país en 1811, el territorio continuó bajo su control durante un par de años. Sin embargo, en 1814, Reino Unido compró las tierras a los Países Bajos, lo que resultó en la creación de la Guayana Británica. Las fronteras entre esta nueva colonia y Venezuela no estaban bien definidas. El gobierno venezolano denunció que Reino Unido estaba invadiendo su territorio y llevó el asunto a un tribunal en París en 1899. En ese momento, el Laudo Arbitral de París falló a favor de Londres, lo que aparentemente resolvió el conflicto. Sin embargo, en las décadas siguientes, Venezuela encontró evidencia de una supuesta injusticia durante el proceso judicial y reactivó su reclamo. Tras la independencia de Guyana en 1966 y la firma de un acuerdo ese mismo año, el asunto quedó pendiente.
Green ha visitado la región en disputa en repetidas ocasiones con su grupo de música cristiana y afirma que le hace feliz saber que pertenece a Guyana. Destaca la belleza de la región y su riqueza en recursos como oro, bauxita y diamantes. Sin embargo, el Esequibo es mucho más que eso. Desde 2015, se han descubierto vastos yacimientos de petróleo en sus costas, lo que ha llevado a Venezuela a elevar su reclamación sobre el territorio.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó un referendo a principios de diciembre para consultar a los venezolanos sobre la reclamación del territorio. Según las autoridades venezolanas, los votantes aprobaron las propuestas del gobierno, que incluyen la creación del estado Guayana Esequiba como parte del territorio venezolano. Dos días después del referendo, Maduro pidió la aprobación de una ley para crear ese nuevo estado y solicitó a la empresa estatal petrolera PDVSA que comenzara a otorgar licencias de explotación en el Esequibo.
En el Esequibo, muchos guyaneses sienten una fuerte identidad con su país y confían en que prevalecerán en cualquier disputa con Venezuela. A pesar de las tensiones, algunos habitantes del Esequibo incluso afirmaron que aceptarían una cédula de identidad venezolana si no tienen otra opción y si garantiza su seguridad y medios de sustento.
La historia de migración entre Venezuela y Guyana ha cambiado en los últimos años. Mientras que Guyana ha experimentado un crecimiento económico significativo, Venezuela ha enfrentado una profunda crisis económica. Como resultado, cada vez más venezolanos están buscando mejores oportunidades en Guyana. Sin embargo, algunos venezolanos en Guyana han enfrentado hostilidad y xenofobia debido a la situación actual en su país.
En definitiva, el conflicto entre Venezuela y Guyana por el Esequibo es complejo y arraigado en la historia y la geopolítica de la región. Mientras los guyaneses reclaman su derecho a la tierra y sus recursos, los venezolanos mantienen su posición basada en la historia y el derecho internacional. La resolución pacífica de esta disputa es fundamental para la estabilidad y el desarrollo de la región.
Con información de efectococuyo.com