Las aulas y bibliotecas de las escuelas públicas de Estados Unidos se han convertido en el escenario de una creciente ola de censura y prohibición de libros. En el actual curso escolar, se han prohibido un total de 1.557 títulos, en su mayoría escritos por mujeres, personas de color o miembros de la comunidad LGBTQ+.
La historia de DeShanna Neal, una mujer afroamericana y queer, es un ejemplo de esta censura. Su libro “My rainbow”, que narra la historia de cómo le cosió una peluca de colores a su hija transgénero, ha sido incluido en la lista de libros prohibidos en Estados Unidos. Para DeShanna, esta prohibición es como un intento de borrar las experiencias vividas.
La situación es especialmente preocupante en el estado de Florida, gobernado por Ron DeSantis, precandidato a la presidencia por el Partido Republicano. Florida lidera la lista de estados con mayor censura, y la temática racial y LGBTQ+ es el principal objetivo. Este año, se han introducido 110 proyectos de ley considerados “órdenes de mordaza educativa” en los congresos estatales, y diez de ellos se han convertido en leyes que restringen la enseñanza sobre temas como raza, género e identidades LGBTQ+.
Además de la censura en las escuelas, los tribunales también han contribuido al retroceso de los derechos individuales. La Corte Suprema, de mayoría conservadora, ha emitido varias decisiones que podrían erosionar derechos largamente mantenidos, como el fin de la discriminación positiva en los procesos de admisión universitaria.
En cuanto al derecho al aborto, después de que en 2022 la Corte Suprema eliminara la protección federal de este derecho, se han seguido dando pasos en esa dirección. Actualmente, hay restricciones en 21 estados, incluyendo la prohibición total. Los legisladores se sienten envalentonados por la decisión de la Corte Suprema y trabajan para aprobar más prohibiciones.
Sin embargo, también ha surgido un movimiento de resistencia. En estados como Ohio, los votantes han dicho sí a proteger en su constitución estatal el derecho al aborto. Además, en el ámbito educativo, también se está viendo una oposición cada vez más grande. Los profesores, los líderes universitarios y los ciudadanos se están movilizando contra las leyes educativas restrictivas.
En resumen, Estados Unidos está experimentando una ola de censura y prohibición de libros en las escuelas públicas, así como un retroceso en los derechos individuales y en el acceso al aborto. Sin embargo, también hay un movimiento de resistencia que está luchando por proteger estos derechos y combatir la censura.
Con información de efectococuyo.com