Millones de latinoamericanos en 2024 serán testigos de un fenómeno histórico: el año en que se espera que la mayor cantidad de votantes acudan a las urnas en todo el mundo. Se espera que seis países de América Latina celebren elecciones presidenciales durante el próximo año, mientras que otros dos tienen programadas elecciones municipales. Estos países se suman a una lista de naciones que representan casi la mitad de la población mundial y que están preparando algún tipo de elección en 2024, desde Estados Unidos hasta India, Rusia e Indonesia.
El ciclo electoral del próximo año plantea una pregunta especial para América Latina: ¿será este el quiebre de la tendencia en la que, en los últimos años, los opositores han ganado la mayoría de las elecciones en la región?
Las elecciones latinoamericanas de 2024 comienzan con los comicios generales del 4 de febrero en El Salvador, donde el presidente en uso de licencia, Nayib Bukele, buscará ser reelegido. Su postulación es polémica, ya que la Constitución salvadoreña prohíbe a los presidentes buscar un nuevo mandato consecutivo de cinco años. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia avaló su candidatura en 2021 y el Congreso aprobó en noviembre una licencia de seis meses en el cargo solicitada por Bukele para dedicarse a su campaña.
Bukele es acusado por sus críticos de haber concentrado el poder en su figura, controlando el poder judicial y el Congreso, y de violar los derechos humanos para aplastar a las pandillas que sembraban el terror en el país. Sin embargo, su estrategia de «mano dura» contra el crimen ha logrado reducir drásticamente la alta tasa de homicidios en El Salvador y ha permitido recuperar el control de los barrios anteriormente dominados por pandillas. Esto ha convertido a Bukele en uno de los presidentes más populares del mundo. Las encuestas lo muestran a él y a su partido, Nuevas Ideas, como los favoritos para la reelección, con una intención de voto superior al 60%, mientras que sus rivales, como Manuel Flores (FMLN) o Joel Sánchez (Arena), apenas alcanzan un solo dígito. Por lo tanto, Bukele podría ser el primer líder latinoamericano en lograr la reelección personal o para su partido en el gobierno durante 2024, lo cual sería algo extraordinario en la región.
En general, en la región latinoamericana, la gente está descontenta con sus líderes y vota por aquellos que son diferentes a los actuales. Esta es la tendencia que ha llevado a la oposición a ganar la mayoría de las elecciones presidenciales en los últimos años. Sin embargo, en 2024 podría haber excepciones a esta regla, además de la probable reelección de Bukele.
En México, las elecciones presidenciales están programadas para el 2 de junio y las encuestas de intención de voto dan una amplia ventaja a Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México y candidata del partido Morena, del actual presidente Andrés Manuel López Obrador. Su principal rival es Xóchitl Gálvez, una senadora en licencia que logró ser candidata de la principal coalición opositora, Frente Amplio por México. Los analistas consideran improbable que surja una tercera opción con posibilidades de ganar, por lo que estas elecciones podrían ser históricas si resultan en la elección de la primera mujer presidenta en la historia de México.
En República Dominicana, el presidente en busca de la reelección, Luis Abinader, aparece como favorito en algunas encuestas con más del 50% de intención de voto para los comicios que lo enfrentarán al exmandatario Leonel Fernández, entre otros candidatos. Si ninguno de ellos obtiene más de la mitad de los votos válidos en mayo, habrá una segunda vuelta entre los dos primeros el 30 de junio.
El panorama es más complicado para el oficialismo en Panamá y Uruguay, e incierto en Venezuela. En Panamá, el expresidente Ricardo Martinelli parece capitalizar el descontento con el gobierno actual y se perfila como el favorito según las encuestas. Sin embargo, una reciente condena por lavado de dinero podría sacarlo de la contienda electoral si la Corte Suprema ratifica el fallo. En Uruguay, los sondeos de intención de voto dan una leve ventaja a la coalición de izquierda Frente Amplio para recuperar el poder frente a los partidos que integran el gobierno actual. En Venezuela, se espera que el presidente Nicolás Maduro busque la reelección, a pesar de la controversia en torno a la legitimidad de su segundo mandato. Las encuestas sugieren que María Corina Machado podría derrotar al chavismo, pero su candidatura ha sido cuestionada y podría generar tensiones en el país.
En resumen, las elecciones de 2024 en América Latina modificarán el mapa de poder en la región. Sin embargo, es posible que no haya tantos cambios como esperan algunos opositores.
Con información de efectococuyo.com