El noveno triunfo de Tiburones reveló dos realidades innegables. En primer lugar, el líder de la ronda regular parece tener a su favor todos los elementos, incluso cuando se cometen costosos errores, como el de Alcides Escobar en el noveno inning que llevó a una acción adicional, que luego fue corregido.
Por otro lado, Bravos de Margarita, al igual que Tigres de Aragua, se encuentra con una falta de lanzadores evidente. Esto se hizo evidente al llevar al lanzador abridor Félix Doubront hasta el octavo episodio para mantener una ventaja. Sin embargo, cuando llegó el relevo, Tiburones borró rápidamente el déficit con una serie de batazos oportunos. José Moreno, mánager de Bravos, confió en la decisión de Doubront de llegar hasta ese punto, pero el relevo ineficaz le explotó en la cara al equipo.
Hasta el momento, Tiburones ha demostrado su capacidad para ganar de diversas formas y en cualquier tipo de juego. Ya sea un juego cerrado o abierto, cuando se requiere bateo o pitcheo, el equipo ha logrado salir adelante.
Con nueve triunfos, en La Guaira ya se comienza a calcular cuándo obtendrán el pase a la final. Aunque aún hay equipos que pueden alcanzar las 10 victorias (excepto Tigres), a medida que se reduzcan las posibilidades de los demás equipos, el tiempo para que Tiburones logre su segundo objetivo se acortará.
Por otro lado, Cardenales de Lara se ha recuperado gracias a la destacada actuación de Max Castillo. Además de obtener una victoria, los relevistas del equipo han tenido la oportunidad de descansar, lo cual es fundamental en esta etapa del torneo. Mantener el segundo lugar en la clasificación también es importante para el equipo, ya que las consecuencias de las derrotas consecutivas al inicio de la ronda semifinal podrían manifestarse en cualquier momento. Por eso, Cardenales está tomando las cosas paso a paso.
En cuanto a Tigres, el nuevo entrenador de pitcheo no podrá hacer milagros. El equipo está agotado debido a la falta de relevistas competentes, ya que los jugadores menos eficientes nunca parecen cansarse. Cada vez que el abridor sale del juego, es casi seguro que el equipo rival anotará carreras, ya sea a través de boletos o hits con bases llenas. Además, Tigres tiene dificultades para anotar carreras, a veces necesitando tres imparables para lograr una. Por lo tanto, los bengalíes pueden empezar a pensar en la temporada 2024-25, ya que parecen carecer del material necesario para revertir la situación.
En resumen, Tiburones se encuentra en una posición envidiable con su noveno triunfo, mientras que Bravos y Tigres enfrentan desafíos significativos. Cardenales se ha recuperado y se mantiene en el segundo lugar, mientras que Tigres parece tener dificultades para competir en el torneo.