Chávez se atrevió a decir, refiriéndose al recién fallecido expte Carlos Andrés Pérez: “Yo no pateo perro muerto “.
No olvidaré el dia en volamos desde Atlanta con el feretro que guardaba sus restos mortales, que a su vez estaba embalado, y al llegar al aeropuerto de Maiquetia, unos funcionarios, de manera despectiva, con herramientas conocidas “patas de cabra”, ante nuestra aireada protesta , procedieron a romper la caja.
No atendieron nuestra exclamación advirtiéndoles “se trata de un venezolano que fue dos veces Presidente de la República por voluntad popular, por favor guárdenle el merecido respeto”.
Uno de esos funcionarios, con rostro turbio, con un inocultable tartamudeó que delató su vergüenza, me susurró “son ordenes de arriba”.
Asi lo viví, Antonio Ledezma.