El gobernante Nicolás Maduro advirtió a sus simpatizantes que ante cualquier circunstancia o intento de golpe de Estado, se debe mantener la calma y la cordura, pero también la máxima unión y movilización cívico-militar. Afirmó que su equipo ganará, ya sea por las buenas o por las malas. Estas declaraciones se dieron durante una marcha en Caracas para conmemorar el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992.
Estas palabras del gobernante se suman a los movimientos políticos que se están llevando a cabo en Venezuela. Recientemente, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Asamblea Nacional (AN) de 2020 han tomado medidas en contra de la oposición, como la inhabilitación de María Corina Machado, ganadora de las primarias opositoras. También se ha convocado a una consulta para proponer un cronograma de las elecciones presidenciales al Consejo Nacional Electoral (CNE) y se han iniciado investigaciones penales contra disidentes políticos. Estas acciones son una respuesta a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que habían sido flexibilizadas en abril de 2023 y que se endurecieron tras la medida contra Machado.
Además, se ha lanzado el plan cívico militar y policial “Furia Bolivariana”, que tiene como objetivo “combatir” cualquier intento conspirativo para derrocar al gobierno. Maduro ha denunciado cinco supuestos planes para desplazarlo del poder por la vía violenta, detectados entre mayo y diciembre de 2023.
Expertos en política afirman que Maduro está utilizando un discurso plagado de amenazas para desmotivar a la oposición y generar miedo en el electorado. Sin embargo, también señalan que estas estrategias pueden tener un efecto contrario al esperado, ya que el malestar social es cada vez mayor y la gente ya no cree en el discurso del miedo. A pesar de los intentos del gobierno de mejorar los incentivos sociales, como el programa Clap, el aumento de la seguridad alimentaria y los bonos a través del Sistema Patria, la conexión social se ha roto debido a la migración y la falta de aumento de salarios.
Los expertos también destacan que el chavismo depende más de la abstención que del voto de sus partidarios, por lo que se están realizando maniobras institucionales a través del TSJ, la AN de 2020 y el CNE para organizar elecciones sin garantías democráticas y evitar que María Corina Machado, la aspirante con mayor apoyo popular, pueda competir. Además, se espera que los acuerdos alcanzados en Barbados y las negociaciones con Estados Unidos tengan efectos en la situación política de Venezuela.