El canciller del gobierno de Nicolás Maduro, Yván Gil, expresó hoy su opinión sobre la suspensión de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela. Según Gil, la cooperación con el país debe tener como objetivo fortalecer las instituciones públicas en lugar de desacreditarlas con la intención de tutelarlas. El canciller afirmó que la oficina de DD.HH. incumplió principios fundamentales en su labor y adoptó una postura parcializada frente a hechos graves.
Gil no proporcionó detalles específicos sobre la supuesta parcialidad de la oficina ni explicó los actos concretos por los que considera que esta no actuó adecuadamente. Sin embargo, la suspensión de la oficina y la expulsión de 13 de sus miembros del país ha sido ampliamente rechazada por la oposición, ONG y parte de la comunidad internacional, quienes consideran que los señalamientos contra el organismo no se ajustan a la realidad.
La líder opositora María Corina Machado calificó la suspensión de la oficina de DD.HH. como “peligrosa” y denunció una “ola represiva” por parte de las autoridades para impedir elecciones presidenciales libres y transparentes. En un comunicado, la plataforma opositora llamó a la comunidad internacional a presionar para que Venezuela tenga la oportunidad de un cambio político pacífico.
Por su parte, el Alto Comisionado para los DD.HH. de la ONU aseguró que continuará su labor de asistencia técnica, monitoreo y presentación de informes para evaluar de manera creíble la situación de los derechos humanos en Venezuela.