La familia Fuenmayor Bozo fue deportada de Alemania en una operación policial en la madrugada del 22 de febrero de 2024, desde Riesa, Sajonia, hasta Caracas, Venezuela. Tras esperar dos años por una solicitud de asilo, Joel Alejandro Fuenmayor, Adriana Bozo y sus tres hijos tuvieron solo una hora para empacar antes de ser sacados de su hogar por la Oficina Federal de Migración y Refugiados (Bamf).
La deportación fue traumática para los niños, quienes fueron despertados por la presencia de veinte policías en seis patrullas rodeando su hogar. Adriana sufrió un ataque de nervios y tuvo que ser trasladada a un hospital antes de ser enviada de regreso a Venezuela junto con su familia. Desde entonces, los Fuenmayor Bozo han vivido con familiares en Mara, Zulia, debido a la venta de sus pertenencias en Venezuela antes de mudarse a Alemania.
El caso de la familia ha generado indignación, especialmente en la comunidad católica de Riesa, donde Isabela Fuenmayor estaba a punto de hacer su primera comunión. Los parientes que se quedaron en Alemania buscan revertir la deportación y permitir que la familia regrese a la Unión Europea.
La situación migratoria en Alemania se ha vuelto más tensa debido a la presión política y el aumento de solicitudes de asilo, lo que ha llevado a un endurecimiento de las políticas migratorias. A pesar de ser un destino atractivo para los migrantes, la capacidad de Alemania para recibir extranjeros vulnerables está en entredicho, especialmente con la crisis humanitaria en Venezuela y la llegada de migrantes de otras regiones en conflicto.
La familia Fuenmayor Bozo pasó por un largo proceso legal en Alemania, recibiendo un permiso especial de permanencia mientras esperaban una decisión judicial. A pesar de intentar adaptarse a su nueva vida, la deportación repentina tuvo graves consecuencias psicológicas y emocionales en los niños y los adultos.
El retorno a Venezuela fue difícil, con la familia siendo recibida por la policía en el aeropuerto. Las organizaciones humanitarias han pedido detener las deportaciones a Venezuela debido a la inseguridad en el país y el riesgo para los solicitantes de asilo. Los familiares de los Fuenmayor Bozo continúan luchando por justicia y asistencia legal para abordar los daños causados por la deportación.
Con información de Efecto Cocuyo