El Papa Francisco descarta la posibilidad de renunciar a su cargo, calificando dicha eventualidad como una “hipótesis lejana” que solo se llevaría a cabo en caso de “un impedimento físico grave”. En su autobiografía, titulada “Vida. Mi historia a través de la Historia”, que será publicada la próxima semana, el sumo pontífice revela que durante sus hospitalizaciones algunos en el Vaticano estaban más interesados en la política y en hacer campaña electoral, pensando en un posible nuevo cónclave.
En el libro escrito por el papa, en colaboración con el vaticanista y su amigo personal Fabio Marchese, se repasa la vida del pontífice desde su infancia hasta la actualidad, abordando momentos históricos significativos como los bombardeos nucleares en Hiroshima y Nagasaki, el golpe militar en Argentina y la pandemia.
Francisco enfatiza que considera su ministerio petrino como vitalicio y no ve motivos para una dimisión, a menos que se presente un impedimento físico grave, en cuyo caso ya ha dejado preparada una carta de renuncia depositada en la Secretaría de Estado. Sobre los ataques recibidos, el papa menciona que le ha dolido la acusación de que estaba “destruyendo el papado”, y destaca la resistencia a las reformas por parte de quienes desean mantener prácticas arcaicas.
El sumo pontífice también aborda temas personales, como su relación con su antecesor, Benedicto XVI, su pasión por el fútbol y la influencia de su familia y cultura en su vida. Asimismo, comenta sobre asuntos controversiales como el aborto, los vientres de alquiler y la integración de los homosexuales en la Iglesia.
En cuanto a su papel durante el golpe militar en Argentina, Francisco revela cómo ayudó a esconder a seminaristas y a otros jóvenes en riesgo, así como su participación en la liberación de dos jesuitas secuestrados por el régimen. El papa califica esos eventos como un “genocidio generacional” y denuncia las acusaciones en su contra como una venganza de quienes se oponían a sus acciones.
Por EFE
Con información de efectococuyo.com