Cómo cada viernes de Concilio, la Asociación de Palmeros de La Asunción bajó del cerro Copey con la Palma Real, que se usa el Domingo de Ramos para rememorar la entrada de Jesús en Jerusalén.
Este es uno de los rituales ancestrales de la Semana Santa Asuntina en la isla de Margarita, y da inicio a las actividades de la iglesia católica.
Eduardo Marcano, presidente de la asociación de Palmeros Asuntinos, dijo que cada año viven con fervor esta jornada y eso hace que valga el esfuerzo.
Por su parte, el alcalde del municipio Arismendi, Alí Romero Farías, destacó igualmente que son momentos únicos los que se viven entre gente que preserva una tradición que tiene más de 200 años, y que precisamente por las buenas prácticas ambientales que han desarrollado y vinculación con la fé fue que en el año 2019 ganaron el reconocimiento de la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Mañana sábado las palmas son distribuidas a las distintas parroquias eclesiásticas, mientras un grupo de Palmeros viaja a Caracas a compartir con sus homólogos de Chacao.