Carlos, un trabajador de la construcción con 30 años de experiencia en Estados Unidos, ha presenciado innumerables accidentes en su campo laboral. Desde caídas de escaleras hasta resbalones desde techos, el riesgo es parte inherente de su día a día, según menciona en una entrevista con EFE.
El reciente colapso de un puente en Baltimore, que resultó en la muerte de seis obreros latinos, impactó profundamente a Carlos. Este salvadoreño de 45 años, radicado en Maryland, expresó en una entrevista telefónica: “Podría haber sido yo o alguien cercano a mí”.
El trágico suceso del martes pasado puso de manifiesto los riesgos que enfrentan los trabajadores de la construcción, un sector donde los latinos representan más del 40 % de la fuerza laboral, en un momento en el que la retórica anti-inmigración permea la política estadounidense.
Carlos, quien prefirió mantener su identidad en secreto debido a su estatus migratorio irregular en EE.UU., considera injusto el “odio” hacia los latinos y los migrantes, destacando que los trabajos que desempeñan son los menos deseados por otros.
Las estadísticas respaldan la percepción de Carlos: los trabajadores latinos tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones o morir en accidentes laborales, con una tasa de 4 lesiones por cada 100,000 trabajadores, en comparación con 3.5 para el total de trabajadores en EE.UU., según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Este fenómeno se explica en parte por la alta presencia de hispanos en profesiones de alto riesgo, como la construcción. A los peligros propios de la industria se suma la discriminación y la falta de protecciones para algunos trabajadores latinos, especialmente aquellos sin estatus migratorio legal en el país.
David Torres, director de la organización CASA en Maryland, enfatiza la importancia de que el Gobierno tome medidas para apoyar a los más de 11 millones de migrantes indocumentados que trabajan y viven en EE.UU., tras el trágico incidente en el puente Francis Scott Key.
En una vigilia en honor a los fallecidos, Torres instó al presidente a brindar ayuda a estos trabajadores, quienes junto a sus compatriotas nacidos en EE.UU., contribuyen a la construcción del país.
Trabajadores de la construcción, junto a Torres, se congregaron en la vigilia vistiendo chalecos anaranjados y cascos amarillos, portando flores blancas en sus manos, para compartir sus experiencias en la industria y exigir un trato justo en un país que ya consideran su hogar.
Evelio Webster, un nicaragüense de 32 años y padre de tres hijos, relató un accidente laboral que sufrió al caer de unas escaleras, sin recibir ayudas ni compensaciones debido a su falta de contrato. Destacó la importancia de garantizar la seguridad laboral y protección para los trabajadores migrantes.
Carlos añadió que abordar los problemas de salud mental, comúnmente ignorados en la industria de la construcción, es esencial, especialmente para aquellos en situación migratoria irregular que temen ser separados de sus familias por cualquier eventualidad.
La identidad de los seis trabajadores fallecidos en el accidente del puente sigue sin revelarse, todos ellos de origen hispano: un salvadoreño, un hondureño, dos mexicanos y dos guatemaltecos.
Con información de efectococuyo.com