La existencia de la organización delictiva conocida como el Tren de Aragua se convirtió en un tema de fricción política y diplomática entre Venezuela y algunos países de la región. Las autoridades de Caracas negaron que esta banda del crimen organizado exista y tenga su origen en Venezuela.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, desestimó la existencia del Tren de Aragua durante una reunión en la ciudad fronteriza de Cúcuta con su homólogo colombiano, Luis Gilberto Murillo. Gil afirmó que se trata de una invención mediática internacional, comparándola con el ya desacreditado Cartel de los Soles.
El Tren de Aragua es una banda nacida en las cárceles de Venezuela y extendida por varios países latinoamericanos, donde se le acusa de cometer delitos como narcotráfico, extorsión, secuestros y homicidios. A pesar de las acusaciones, el gobierno de Nicolás Maduro ha negado su existencia y colabora en materia de seguridad ciudadana en la región.
Polémica regional
Según InsightCrime, el Tren de Aragua es considerado la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo local que ha logrado expandirse más allá de sus fronteras. Esta banda, originada en la cárcel de Tocorón en 2005, ha generado preocupación en varios países, siendo catalogada como el “enemigo número uno” en Perú.
Para combatir esta organización, Perú ha establecido el Grupo Especial contra el Crimen Organizado, con el objetivo de desarticular sus redes periféricas. La presencia del Tren de Aragua en Colombia también ha generado tensiones, como la confrontación entre el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Chile se siente ofendido
La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, consideró un “insulto” la negación de la existencia del Tren de Aragua por parte de Venezuela. Esta postura también generó la reacción del ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, quien enfatizó la necesidad de acciones concretas para abordar el crimen transnacional en la región.
En respuesta a estas críticas, el canciller venezolano, Yván Gil, reiteró la inexistencia de bandas criminales venezolanas en Latinoamérica. Instó al Gobierno chileno a desechar narrativas falsas impuestas por los medios y a abordar el combate al crimen de manera profesional.
Con información de efectococuyo.com