La Ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, reconoció públicamente que, a pesar de que el país cumplió con sus obligaciones de refugio político otorgadas al exmilitar venezolano Ronald Ojeda, asesinado hace un año, esto no fue suficiente para evitar el crimen.
Ojeda fue secuestrado en su casa en Santiago el 21 de febrero de 2024 por hombres vestidos como agentes policiales chilenos y sus restos fueron encontrados diez días después en una localidad periférica de la capital, enterrados bajo un bloque de cemento.
La Ministra Tohá afirmó que Chile cumplió con las obligaciones legales de otorgar la residencia definitiva y el compromiso de no devolución a los refugiados, pero destacó que se sigue avanzando en el caso.
En relación a los responsables prófugos, Tohá aseguró que se continuará buscando incansablemente hasta encontrarlos, sin importar dónde se encuentren escondidos.
Hasta el momento, varios miembros de la banda transnacional Tren de Aragua han sido detenidos en Chile, Colombia, Costa Rica y Estados Unidos en relación al crimen de Ojeda, pero aún se desconocen los autores intelectuales y el monto pagado por el crimen.
El caso ha sido calificado como un crimen por encargo por el Ministerio Público chileno y el Gobierno de Boric, y un testigo protegido aseguró que la orden de asesinar a Ojeda provino directamente desde Venezuela.