El reconocido productor de televisión, Dan Schneider, ha iniciado una demanda por difamación contra los creadores de la serie documental “Quiet on Set”, que incluye a Warner Bros. Discovery, Maxine Productions, Sony Pictures Television, entre otros.
La acción legal, recientemente documentada, surge como respuesta a las acusaciones presentadas en la serie, donde, según Schneider, se le retrata de manera falsa como abusador sexual de menores durante su tiempo en Nickelodeon, lo cual ha afectado gravemente su reputación.
Schneider, conocido por ser el cerebro detrás de exitosas series juveniles como “The Amanda Show”, “Drake & Josh”, “Zoey 101”, “iCarly” y “Victorious”, sostiene que “Quiet On Set: The Dark Side of Kids TV” ha difamado su imagen de forma injusta.
La demanda presentada argumenta que la serie documental utilizó técnicas de edición manipulativas para crear una impresión errónea de Schneider, intentando vincularlo con otros dos delincuentes sexuales condenados que trabajaron en programas de Nickelodeon.
Según la demanda, estas acciones tuvieron como objetivo generar beneficios económicos a través de clics, audiencia y visualizaciones.
Los abogados de Schneider defienden que él no tenía conocimiento de los abusos cometidos por otros, no participó en ellos y condenó los abusos una vez que fueron descubiertos, desmintiendo cualquier acusación de abuso sexual por su parte.
Además, Schneider reconoce haber tenido comportamientos inapropiados hacia colegas, subordinados y miembros del elenco durante su tiempo en Nickelodeon, pero asegura que estos no estuvieron relacionados con abuso sexual infantil.
A pesar de reconocer sus errores del pasado, Schneider ha tomado responsabilidad por sus acciones, pero sostiene que la serie documental ha cruzado la línea al implicarlo falsamente en crímenes contra menores.
En declaraciones a TMZ, el productor mencionó lo siguiente: “Recientemente, la docuserie Quiet on Set resaltó los errores que cometí y el mal juicio que mostré durante mi tiempo en Nickelodeon, la mayoría de los cuales ocurrieron décadas atrás en los inicios de mi carrera como productor. No hay duda de que a veces fui un mal líder. Me disculpo sinceramente y me arrepiento de ese comportamiento, y seguiré asumiendo la responsabilidad por ello”.
Sin embargo, Schneider argumenta que la serie no se limitó a exponer sus fallas como líder, sino que lo relacionó con crímenes serios de los cuales afirma no ser responsable ni haber encubierto.
La demanda busca compensación por los daños sufridos, incluyendo angustia mental y pérdidas financieras derivadas de la difusión de la serie documental. Hasta el momento, los implicados en el programa no han respondido a la demanda, aunque han sido varias las personalidades que han denunciado las controvertidas actitudes de Schneider, no solo en sus primeros años de carrera como él argumenta.
Uno de los casos más destacados fue el de Jennette McCurdy, quien en su libro “I’m Glad My Mom Died”, compartió experiencias negativas con Dan Schneider, calificándolo como “el creador” y relatando situaciones incómodas, como obligarla a beber alcohol cuando era menor y sobornarla para que no revelara su experiencia en Nickelodeon.