El gobierno nacional y la Unión Europea (UE) se encuentran en conflicto, lo que pone en riesgo la observación electoral internacional para las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral (CNE) está bajo presión para responder a la solicitud del Parlamento de 2020, controlado por el chavismo, de retirar la invitación a los expertos europeos para participar en el proceso electoral.
Organizaciones no gubernamentales consultadas por Efecto Cocuyo señalaron que el reconocimiento internacional de los resultados electorales futuros depende de la presencia de observadores internacionales calificados, entre ellos los de la UE, como parte de las garantías democráticas necesarias en el proceso electoral.
Según José Domingo Mujica, miembro de la Red de Observación Electoral Asamblea de Educación (ROAE), es crucial superar este impasse con la UE para garantizar la transparencia y legitimidad del proceso electoral en un momento de alta tensión política en el país.
Un conflicto de intereses
En un discurso ante la Asamblea Nacional de 2020, el gobierno acusó a la UE de parcialidad a favor de un candidato de la oposición y de mantener sanciones contra funcionarios venezolanos en línea con la política de Estados Unidos. Esta postura ha generado dudas sobre la objetividad de un posible informe de la UE sobre las elecciones presidenciales.
La UE levantó temporalmente las restricciones de viaje impuestas al presidente del CNE, Elvis Amoroso, y a otros exrectores. Sin embargo, esta medida selectiva fue rechazada por Amoroso y por el Poder Legislativo chavista, quienes exigieron el levantamiento total de las sanciones contra todos los funcionarios venezolanos.
Ignacio Avalos, del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), calificó la decisión del gobierno de prohibir la presencia de la UE en la observación electoral como grave, ya que afectaría las garantías necesarias para asegurar la transparencia de las elecciones.
¿Qué sigue?
La Misión Electoral de la UE fue expulsada del país tras presentar un informe crítico sobre las elecciones regionales de 2021, lo que generó tensiones con el gobierno venezolano. A pesar de esto, la UE aceptó una reducción en el tiempo requerido para la observación electoral, lo que podría permitir su participación en las elecciones presidenciales.
Por otro lado, organizaciones como el Centro Carter y el panel de expertos de Naciones Unidas también están en conversaciones con el CNE, aunque aún no se han confirmado sus roles en el proceso electoral. La presencia de estos observadores internacionales es fundamental para garantizar la transparencia y legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
¿Y la observación nacional?
ONG como el OEV y ROAE han solicitado ser acreditadas como observadores nacionales en las elecciones presidenciales, pero aún no han recibido una respuesta oficial por parte del CNE. A pesar de esto, estas organizaciones continúan participando en auditorías técnicas planificadas por el CNE para garantizar la transparencia del proceso electoral.
Con o sin acreditación
Si no se otorgan las acreditaciones necesarias, el OEV y otras organizaciones planean realizar observaciones a las afueras de los centros de votación para monitorear el proceso electoral de manera independiente. Aunque enfrentan obstáculos, estas organizaciones están comprometidas con garantizar la transparencia y legitimidad de las elecciones en Venezuela.