La furia de las tormentas y tornados ha dejado un rastro de destrucción en varios estados del sur de Estados Unidos. Al menos 11 personas perdieron la vida entre el sábado y el domingo en Texas, Oklahoma y Arkansas, según informaron las autoridades locales.
En el condado de Cooke, Texas, se encontraron tres cadáveres de una familia en la población rural de Valley View, cerca de Oklahoma, incluyendo dos niños. El jefe de policía de Cooke, Ray Sappington, lamentó que el número de víctimas mortales podría aumentar.
Las fuertes tormentas y tornados han provocado la destrucción de decenas de viviendas y dejado a miles de personas sin suministro eléctrico en la región. Los meteorólogos habían advertido sobre la posibilidad de tornados de gran velocidad y tormentas eléctricas, lo que se confirmó con el paso de un tornado al norte de Dallas, que causó estragos en carreteras y gasolineras.
En Arkansas, al menos dos personas perdieron la vida, incluyendo una mujer de 26 años, según la Oficina de Gestión de Emergencias del condado de Boone. Los estados de Oklahoma, Arkansas, Kansas y Missouri también recibieron alertas de tornado, dejando a más de 300,000 personas sin electricidad en toda la región.
La situación es crítica y las autoridades locales trabajan arduamente para atender a los afectados y evaluar los daños causados por las tormentas. Se espera que las labores de recuperación y reconstrucción sean largas y costosas en los días venideros.
Con información de efectococuyo.com