El Gobierno de Venezuela rechazó categóricamente la solicitud de Estados Unidos para que la Unión Europea actuara como observador en las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio. Esta decisión se tomó después de que las autoridades electorales venezolanas retiraran la invitación previamente extendida al bloque comunitario.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, respondió a través de la red social X al comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, donde se instaba al Gobierno de Nicolás Maduro a reconsiderar la invitación a la UE. Gil enfatizó la soberanía del país y la fortaleza de su democracia bolivariana, destacando que Venezuela podría enseñar a Estados Unidos sobre la realización de elecciones verdaderamente libres.
En este sentido, el canciller venezolano subrayó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no tolerará ninguna interferencia de organizaciones vinculadas a Washington, refiriéndose directamente a la Unión Europea.
Por su parte, la Administración de Joe Biden expresó su preocupación por la decisión de Venezuela de anular la invitación a la UE, la cual había sido acordada entre el Gobierno venezolano y la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), en octubre pasado. En un comunicado, se instó a Maduro y sus representantes a revertir esta decisión para permitir una observación electoral internacional creíble que genere confianza en el proceso electoral.
La decisión del CNE de retirar la invitación a la UE se basó en la ratificación de sanciones por parte del bloque comunitario a miembros del Gobierno y del partido oficialista. Ante esta situación, el Gobierno venezolano reafirmó su posición de no permitir interferencias externas en sus asuntos internos.