El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió con líderes nacionales y regionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) para analizar los supuestos intentos de golpe de estado contra su gobierno después de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Durante la reunión, Maduro mencionó los presuntos planes de violencia atribuidos a la líder opositora María Corina Machado y al candidato presidencial Edmundo González Urrutia. Maduro acusó a González de permanecer “escondido” y “fugitivo de la justicia”, sin proporcionar detalles sobre los cargos en su contra.
Además, Maduro señaló a González y Machado de estar involucrados en un supuesto asalto a Miraflores el 30 de julio, así como en el asesinato de activistas y funcionarios de la Guardia Nacional durante las protestas postelectorales. Destacó que la movilización de seguidores hacia el Palacio Presidencial evitó la consumación de estos planes.
Maduro, acompañado de altos dirigentes como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez, afirmó que su estrategia es ofensiva y cívico-militar-policial para evitar golpes de estado. También mencionó a Edmundo González, quien ha demandado a Maduro aceptar su derrota electoral y facilitar una transición, agradeciendo el apoyo internacional.
En cuanto a la violencia, Maduro aseguró que esta proviene de la oposición y propuso un diálogo nacional para consolidar la revolución política y económica en el país. También criticó a los influenciadores que apoyan a la oposición y aseguró que el contacto directo del Psuv con la gente prevalecerá sobre los mensajes de odio en redes sociales.
El presidente venezolano instó a los artistas nacionales a reflexionar sobre su carrera en el país y recordó que sus familias siguen aquí. Anunció la realización de dos congresos: uno contra el fascismo con invitados internacionales, y otro para trazar la agenda de gobierno hacia 2031.
En cuanto a medidas legislativas, se destacó la aprobación de la Ley contra las ONG y la futura aprobación de la Ley contra el Fascismo, que incluirá medidas contra el “fascismo digital” para castigar el uso de redes sociales con fines violentos.
Maduro reiteró su compromiso con la paz y estabilidad del país, asegurando que no permitirá que el fascismo llegue al poder en Venezuela y desestimando pronunciamientos internacionales en su contra.