La política opositora María Corina Machado expresó su agradecimiento al alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, por su demanda de respeto a la soberanía popular en Venezuela. Borrell advirtió que solo se reconocerán y aceptarán resultados completos y verificables de las elecciones del 28 de julio.
María Corina Machado destacó la importancia de que los 27 países de la Unión Europea y su representante exterior hayan exigido el respeto a la soberanía popular para avanzar hacia la transición democrática en Venezuela.
En cuanto al candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, Machado lo reconoció como “presidente electo”, a pesar de la proclamación de Nicolás Maduro como ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el respaldo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), instituciones vinculadas al chavismo.
Machado insta al reconocimiento del “presidente electo”
María Corina Machado hizo un llamado a reconocer a Edmundo González como presidente electo y a establecer las condiciones para una transición negociada, destacando la masiva participación en las elecciones del 28 de julio y la publicación de actas oficiales que respaldan su victoria.
A pesar de la victoria anunciada de Maduro, la PUD continúa sosteniendo la victoria de su candidato basándose en el 83,5% de las actas obtenidas a través de testigos y miembros de mesa, documentos que han sido publicados en un sitio web actualmente bajo investigación por la Fiscalía.
La UE demanda la publicación de actas tras la decisión del TSJ
En una declaración en nombre de la Unión Europea, Josep Borrell indicó que las autoridades venezolanas no han presentado la evidencia necesaria para evaluar el proceso electoral según los estándares internacionales. El informe provisional de un grupo de expertos de la ONU destacó la falta de fundamentación de los resultados anunciados.
El gobierno de Maduro rechazó estas declaraciones, acusando a Borrell de respaldar un “golpe de Estado fascista” y advirtiendo a la UE sobre posibles consecuencias en las relaciones diplomáticas, políticas y económicas.