El lunes 2 de septiembre, Estados Unidos incautó un avión presuntamente vinculado a Nicolás Maduro, según información que fue inicialmente negada por seguidores del líder chavista. Sin embargo, el canciller venezolano, Yván Gil, confirmó a través de un comunicado que la aeronave había sido utilizada por Maduro en varios viajes.
Posteriormente, el miércoles 4 de septiembre, se dio a conocer que otro avión asociado a Maduro estaba retenido en República Dominicana mientras se llevaba a cabo una investigación para determinar su relación con el mandatario venezolano.
Según la experta en comunicación política, Carmen Beatriz Fernández, estas acciones de Estados Unidos tienen como objetivo enviar mensajes tanto a Maduro como a las autoridades venezolanas, particularmente en el contexto actual de riesgo para la libertad de Edmundo González Urrutia.
Fernández señaló que la incautación del avión, aunque no esté claramente identificado como propiedad de Maduro, implica al líder chavista y a su círculo cercano. Esto envía el mensaje de que Estados Unidos continúa vigilante sobre Venezuela y mantendrá su postura hasta que se reconozcan los resultados de las elecciones presidenciales.
A pesar de los acercamientos entre Estados Unidos y Venezuela a finales de 2023, las sanciones estadounidenses contra Maduro se mantienen, aunque quizás con menos intensidad, a la espera de una verdadera voluntad política por parte del líder chavista para respetar los resultados electorales.
Según Fernández, Estados Unidos percibe que las sanciones fueron determinantes para que Maduro aceptara la celebración de las elecciones y se sentara a negociar. La experta destaca que el verdadero impacto de la incautación del avión podría recaer en el entorno de Maduro, más que en el propio mandatario.
En este contexto, se plantea la posibilidad de que se implementen más sanciones individuales que presionen al círculo cercano de Maduro para buscar una solución política y una transición en Venezuela. La incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y el gobierno de Maduro se mantiene latente.