El Congreso de España aprobó este miércoles el reconocimiento a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. La votación fue resultado de una iniciativa presentada por el Partido Popular (PP), que demanda al Gobierno de Pedro Sánchez que también legitime al político venezolano, aunque el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se opone a esta medida.
Sánchez, desde China, donde se encuentra de gira, afirmó que no reconocerá a González Urrutia, aunque defendió la aprobación de su asilo como un gesto de humanidad.
¿Qué implica para España este reconocimiento?
Aunque es una declaración política no vinculante para el gobierno de Pedro Sánchez, quien actualmente no reconoce ni a Maduro ni a González, para analistas europeos este reconocimiento del Congreso español plantea una situación complicada para el mandatario español y el resto de la Unión Europea.
La proposición fue adoptada por 177 diputados frente a 164 y es simbólica, ya que no obliga al Ejecutivo de Sánchez, quien ha pedido que se hagan públicas las actas electorales de los comicios del pasado 28 de julio en línea con la postura europea.
La decisión del Congreso no tiene trascendencia jurídica, pero sí implica un reconocimiento parlamentario, obligando a los legisladores a tomar posición sobre un tema clave del debate político nacional.
Las proposiciones no de ley, como esta, no tienen efectos prácticos ni jurídicos, pero sí reflejan el posicionamiento de la Cámara en cuestiones que marcan el debate político, como en este caso con Venezuela.
¿Efecto dominó en Europa?
La editorial del portal Mundiario destaca que esta propuesta, respaldada por formaciones como el PNV y Coalición Canaria, no es solo un ataque al Gobierno de Sánchez, sino una defensa de los valores democráticos en Venezuela.
Mundiario sugiere que la postura de la Unión Europea será crucial para el futuro de Venezuela, y que el gesto simbólico del Parlamento español le brinda la oportunidad de posicionarse del lado correcto de la historia.
González Urrutia, desde Madrid, deberá utilizar su experiencia diplomática como embajador para buscar una solución a la crisis política desatada por la declaración de victoria de Maduro sin evidencias de votación por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).