El canciller de Brasil, Mauricio Vieira, se reunió con su homólogo venezolano, Yván Gil, para solicitarle el salvoconducto necesario para que seis ciudadanos venezolanos puedan abandonar Venezuela y finalizar su refugio en la embajada de Argentina en Caracas.
Según informó CNN Brasil, Vieira abordó este tema con Gil durante un encuentro al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York esta semana.
“CNN constató que la reunión, celebrada sin alardes al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, se centró en la petición de que los solicitantes de asilo puedan salir de Venezuela sin problemas, una exigencia hecha semanas atrás por interlocutores”, señaló el canal de noticias estadounidense en su versión brasileña.
Gil compartió un comunicado del encuentro en el que mencionó que discutieron sobre las relaciones bilaterales y geopolítica.
Asedio del gobierno contra embajada argentina
Los seis venezolanos refugiados en la embajada de Argentina son cercanos colaboradores de la líder opositora María Corina Machado. Se trata de Magalli Meda, Claudia Macero, Omar González Moreno, Pedro Urruchurtu, Fernando Villalobos y Pedro Martínez Motolla, quienes se refugiaron el 20 de marzo tras una orden de captura en su contra.
Desde entonces, el gobierno de Nicolás Maduro ha cercado la sede diplomática con agentes de seguridad, rompió relaciones con Argentina y retiró el beneplácito a Brasil para custodiar la embajada. Sin embargo, la Cancillería brasileña afirmó que no abandonarán el lugar hasta que se designe otro país para protegerla.
CNN también informó que la respuesta de Gil sería elevar la solicitud a Maduro para que decida sobre el futuro de los seis opositores refugiados en la embajada.
A pesar de ser aliado del chavismo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha distanciado de Caracas al exigir la publicación de los resultados completos de las elecciones presidenciales en las que Maduro resultó ganador. Junto con Colombia, mantienen gestiones y presión contra el gobierno de Miraflores, que hasta el momento no ha dado frutos.