La legendaria banda Pink Floyd ha concretado la venta de su catálogo musical, nombre e imagen a Sony por la cifra de 400 millones de dólares, según informes de medios internacionales como el Financial Times.
Esta transacción, de confirmarse, se convertiría en una de las más significativas en la historia de la industria musical, dada la relevancia que las canciones de Pink Floyd han tenido en los últimos cincuenta años. A pesar de intentos anteriores de Warner Music, Hipgnosis y BMG por adquirir este catálogo, la falta de comunicación entre David Gilmour y Roger Waters frustró dichas negociaciones.
Recientemente, durante su gira promocional por su nuevo álbum “Luck and Strange”, Gilmour expresó a los medios su deseo de desprenderse del catálogo de la banda, mencionando que su interés no reside en lo financiero, sino en alejarse de conflictos pasados, especialmente con Waters desde su salida del grupo en los años ochenta.
El portal Ultimate Classic Rock señala que esta venta ampliará las oportunidades de escuchar la música de Pink Floyd en diversos medios audiovisuales como películas, anuncios y videojuegos.
Con esta operación, se pone fin a una de las trayectorias más destacadas de la música del siglo XX, que dio origen a álbumes icónicos como “The Dark Side of the Moon”, “Animals”, “The Wall” y “The Final Cut”. La última presentación conjunta de los cuatro miembros de la banda tuvo lugar a principios de los años 2000 en un concierto benéfico.