El Partido Comunista de Venezuela (PCV) ha solicitado una revisión de los votos emitidos durante las elecciones presidenciales del 28 de julio, tres meses después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara la victoria de Nicolás Maduro. La ausencia de datos desagregados en este resultado ha generado inquietud en la formación, según un comunicado difundido recientemente.
Maribell Díaz, miembro del buró político del PCV, ha enfatizado la necesidad de abrir las cajas y contar los votos para demostrar de manera transparente los resultados y así generar confianza en la población venezolana y a nivel internacional.
El CNE, liderado por rectores cercanos al Gobierno, reportó un ataque cibernético durante las elecciones, lo que ha impedido hasta el momento acceder a los datos desagregados y auditar los votos, como dicta su normativa.
PCV lamenta decisión del TSJ
El PCV ha expresado su pesar por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por jueces afines al chavismo, de convalidar los resultados de las elecciones presidenciales. Esta validación se produjo después de que Maduro solicitara una revisión ante la Sala Electoral, lo que excluyó al CNE del proceso de auditoría.
El PCV ha cuestionado la falta de transparencia en la gestión de la solicitud de Maduro por parte del TSJ y la falta de claridad en los argumentos presentados por el jefe de Estado durante este proceso.
La formación política ha denunciado un supuesto recrudecimiento de la represión tras las elecciones presidenciales, cuyo resultado ha sido cuestionado por la Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora. Mientras el Ejecutivo informa de detenciones, la oposición insiste en que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó las elecciones presidenciales con amplio margen.
Este lunes, al cumplirse tres meses de las elecciones, Maduro ha celebrado lo que ha denominado como un “contundente triunfo popular”, a pesar de que el CNE aún no ha publicado los soportes que respalden dicha victoria, la cual no ha sido reconocida por varios países, incluidos aliados del chavismo como Brasil y Colombia.