Los debates de estos temas son bizarros para muchos, pues derrumban creencias y conductas.
Para el hombre conseguir paz en la tormenta del mundo ideológico abraza conceptos científicos, pseucientíficos, principios filosóficos, metafísicos, místicos y mágicos, de medias verdades y medias mentiras asi nutrimos nuestras mentes dando respuestas a necesidades, interrogantes y deseos, todo vale para llenar el inquietante explorador humano psíquico.
Sin duda alguna, los cambios culturales y psicológicos vienen de la mano de lo antes escrito, donde algunos paradigmas pasan a convertirse en leyes, normas y códigos, de esta manera canalizamos la validación energética de nuestras acciones.
Mi opinión personal de la famosa Ley de la Atracción reflejada en el libro ícono el “Secreto”, es un planteamiento el cual no demuestra su veracidad total como lo dice el texto, suma en tal caso una mirada al vacío, con más preguntas que respuestas, no puede ser que el pensamiento o deseo de un individuo pueda mover el universo para complacer una petición personal, esto define y estimula un enfoque egocéntrico, no obstante, dicha voluntad de poder por alcanzar la meta puede construir a fortalecer positivamente una actitud – aptitud a favor de su lucha y convencer al entorno con un buen accionar donde te responsabilizas como dueño de tú destino, lo contrario es creer en fuerzas ilusorias, fantasiosas de un azar mágico del castigo y premio, de esta manera la única ley de atracción que acepto, la cual es demostrable, es la dictada por Issac Newton.
En el mismo orden de ideas conceptuales, El Karma Colectivo con criterio científico desplaza toda creencia de condenación, hechizo generacional, reencarnación y todo recuerdo mental fantasmal del pasado que viene a atacar tu presente – futuro, es una total farsa.
Karma, palabra del sánscrito de la lengua clásica de los eruditos indios, significa “Acción” con el tiempo dicho ideal fue llevado a la vida espiritista donde toma revuelo en la conducta humana.
El humano manteniendo su alto ego no asume responsabilidad y prefiere echar culpa de sus errores a potencias desconocidas invisibles convertidas en supuestas maldiciones o bendiciones. Como explorador neurocientífico creo en la energía, en sus diferentes versiones.
El pensamiento, palabra y acción es energía de tu mente consciente e inconsciente con una respuesta reactiva para tu bien o mal. Una vez más me refugio en los principios en la tercera ley Newtoniana incluyendo sus críticas de otros maestros en el área en la física cuántica. Las acciones de la mente colectiva traerá una reacción tarde o temprano.
Ejemplo: La mala elección de líderes, invocación a guerras, mal uso de los recursos ecológicos, incumplimiento de los derechos humanos y normativa, indudablemente obtendrás resultados nefastos, una buena acción de lo mencionado atraerá respuestas positivas.
Este binomio mental nos permite reflexionar como reequilibrar nuestro multipensamiento, buscar el sendero consciente del buen vivir saliendo de nuestra zona esclava impuesta por la microfísica del poder del mundo; yo investigo lo que creo y veo, para así conseguir el verdadero yo explorador, debemos aislarnos de los estímulos del exterior del sistema materialista y fantasioso, viviendo en ellos pero no esclavos de ellos. Y recuerde citar bien estos dos conceptos con los pies en la tierra.
Dr. Freddy González Blasco.