La Plataforma Unitaria Democrática agradece la posición de Brasil sobre las elecciones presidenciales
La coalición opositora al gobierno de Nicolás Maduro, conocida como la Plataforma Unitaria Democrática, emitió un comunicado en el que agradeció las palabras del asesor del presidente brasileño, Celso Amorim, quien declaró que no reconocían los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio por considerar que no fueron transparentes.
En respuesta a las declaraciones de Amorim, el presidente de la Asamblea Nacional de 2020, Jorge Rodríguez, emitió un comunicado en el que acusó al político brasileño de ser un agente de Estados Unidos y de intentar socavar el proceso electoral en Venezuela. El Consejo Nacional Electoral proclamó la victoria de Maduro en dichas elecciones, aunque la oposición afirma que el verdadero vencedor fue su candidato, Edmundo González Urrutia.
Ante esta situación, el gobierno de Maduro llamó a consultas a su embajador en Brasil y rechazó las declaraciones “injerencistas y groseras” de Amorim. Por su parte, la oposición condenó la respuesta del régimen venezolano y respaldó la postura de Brasil de no reconocer los resultados electorales.
También se pronunció el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, quien afirmó que su gobierno no reconocerá la proclamación de Maduro hasta que se muestren las actas y resultados completos. El canciller venezolano Yván Gil mantuvo la postura del chavismo de atacar a quienes cuestionen los resultados y acusarlos de recibir presiones de Estados Unidos.
Tanto Brasil como Colombia se mantienen en la posición de no reconocer la victoria de Maduro, pero tampoco reconocen el triunfo de González Urrutia. A pesar de los intentos de mediación para resolver la crisis política en Venezuela, incluyendo la instalación de un gobierno de transición, no se ha logrado llegar a un acuerdo entre las partes.
En conclusión, la postura de Brasil y Colombia respecto a las elecciones presidenciales en Venezuela ha generado tensiones entre los gobiernos y las coaliciones políticas en disputa, sin que se vislumbre una solución inmediata a la crisis.