La reconocida líder opositora, María Corina Machado, hizo una afirmación contundente este martes al señalar que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le teme al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, sin tener ninguna duda al respecto.
En una entrevista para Radio Mitre de Argentina, Machado expresó que “Maduro le teme a todo aquel demócrata que cumpla con su palabra, a todo ciudadano que no baja la cabeza”, en respuesta a la pregunta sobre si cree que Nicolás Maduro realmente le teme a Donald Trump.
La exdiputada, quien ha denunciado fraudes en las elecciones presidenciales de Venezuela, destacó que la designación de Marco Rubio como nuevo Secretario de Estado era una señal relevante para América Latina, y que su equipo había mantenido comunicación con la próxima Administración republicana que asumirá el poder el 20 de enero.
Maduro le tendió puente a Trump
A pesar de las numerosas sanciones impuestas por Estados Unidos al Gobierno de Maduro durante la gestión anterior de Trump, el líder chavista extendió una propuesta de mejora de relaciones al republicano tras su victoria electoral, la cual aún no ha recibido una respuesta pública.
Machado alertó sobre el incremento de la represión en Venezuela como muestra de la debilidad e inestabilidad del régimen actual, además de denunciar el acoso a la embajada argentina en Caracas, una situación que consideró violatoria de los convenios internacionales.
Machado denuncia asedio contra su mamá
Por otra parte, Machado reveló que el régimen envió vehículos del Sebin a la casa de su madre, de 84 años, con personal armado y encapuchado, generando un clima de terror para presionarla a rendirse en su lucha opositora.
La líder antichavista observa a Maduro como un líder más débil, aislado y fracturado en sus estructuras internas, con señales de una fase terminal en su sistema de poder, lo cual representa un momento de alto riesgo debido a su carácter criminal.
En este contexto, Machado hizo un llamado a los Gobiernos de América Latina para que actúen con firmeza y llamen las cosas por su nombre, instando a Maduro a elegir entre negociar de manera favorable o prolongar la crisis, formalizando así un golpe de Estado.