Miembros del equipo Japan Breeze llevaron a cabo dos clínicas de béisbol en Venezuela. La primera se realizó en el estadio Jorge Luis García Carneiro de Macuto, estado La Guaira, y la segunda tuvo lugar en el Chato Candela, ubicado en la parroquia caraqueña del 23 de Enero.
En el estadio del litoral central, varios participantes compartieron sus impresiones con Luisfer Villasmil de UN24. Richard Peinate, profesor de la Escuela Los Delfines, comentó: “Se observó mucha alegría por parte de los jugadores japoneses, quienes transmitieron pacientemente sus conocimientos de corazón”.
Mashiro Fukada, jugador japonés, señaló: “Notamos que los jóvenes participantes estaban muy motivados y creo que cualquiera de ellos podría llegar a ser una estrella en el béisbol”.
Yamata Soto añadió: “El clima en Venezuela es ideal para la práctica del béisbol, lo que estimula mucho a los jugadores. Se notó un gran talento entre los jóvenes participantes”.
En total, 100 niños, niñas y adolescentes de los equipos Criollitos de La Guaira y de la Asociación de Béisbol de La Guaira, incluyendo la Selección femenina del estado, participaron en las clínicas. Además, gracias a la Gobernación de La Guaira, un equipo de 21 infantes provenientes de Chuao llegaron al evento vía marítima.
En el Chato Candela de Caracas, Erwin Miyasaka, vicepresidente de Japan Breeze, destacó: “Los jugadores tuvieron la oportunidad de participar en clínicas de bateo, pitcheo, outfield e infield. Fue una experiencia emocionante para los niños, quienes pudieron observar y aprender algunas técnicas de los peloteros japoneses, que difieren en ciertos aspectos de las prácticas locales”.
Miyasaka también mencionó que durante el evento los jugadores no solo interactuaron con los niños, sino también con sus padres, representantes y la comunidad en general. Por su parte, el mánager del Japan Breeze, Alex Ramírez, conocido como “Ramichan” y miembro del Salón de la Fama de la Liga Japonesa de Béisbol, compartió con los aficionados y firmó autógrafos, mostrando su alegría de reencontrarse con la afición venezolana.
En palabras de Miyasaka, “fue una tarde en la que Venezuela y Japón se unieron como un solo país, unidos por la música y el béisbol”.