En la ciudad de Juan Griego, municipio Marcano, estado Nueva Esparta, los habitantes enfrentan una crítica situación para abastecerse de gasolina.
Según denuncias de los usuarios, deben esperar hasta 48 horas en largas colas para recibir apenas 30 litros de combustible, lo que ha generado descontento y reclamos hacia las autoridades.
La estación de servicio Punta Galera, ubicada en la calle El Sol de esta ciudad margariteña, se ha convertido en el epicentro de las quejas. Los usuarios exigen el cese del racionamiento y denuncian presuntas irregularidades en la distribución del combustible.
Aseguran que el trato no es igualitario y que algunos ciudadanos, especialmente aquellos con vehículos de alta gama, son atendidos sin necesidad de hacer fila.
“Mientras nosotros pasamos días amaneciendo en la cola, otros llegan cómodamente en la mañana y son atendidos de inmediato.
Es una discriminación total”, expresó un usuario que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Además, señaló que ciertos comerciantes, identificados como “árabes” por los denunciantes, parecen gozar de privilegios para surtir gasolina sin importar el número de placa o el día asignado.
Otro punto de conflicto señalado por los afectados es el comportamiento del personal que labora en la estación de servicio.
En particular, mencionaron a un trabajador identificado como Eduardo, quien, según los testimonios, se dedica a humillar y maltratar a los usuarios sin distinción de género. “Es una falta de respeto constante.
No importa si eres hombre o mujer, el trato es indigno”, afirmó un usuario visiblemente molesto.
Ante esta situación, los habitantes hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para que intervengan y resuelvan el problema.
“Pedimos que se investigue y se tomen medidas inmediatas para solucionar el mal manejo en la distribución del combustible. No podemos seguir viviendo así”, expresó un representante de un grupo afectado.
La crisis del combustible en Juan Griego no solo afecta la movilidad de sus habitantes, sino también su calidad de vida y sus actividades diarias.
Los ciudadanos esperan que las autoridades respondan a sus demandas y garanticen un acceso justo y equitativo al suministro de gasolina.