Un terrible accidente aéreo ha conmocionado a la comunidad internacional. El avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines, con 67 personas a bordo, se estrelló en circunstancias aún poco claras y se incendió cerca de Aktau, un puerto del mar Caspio en el oeste de Kazajistán, lejos de su ruta prevista desde Bakú, capital de Azerbaiyán, a Grozni, capital de la república de Chechenia, en territorio ruso. Las autoridades de Kazajistán confirmaron la trágica pérdida de 38 vidas en este desastre.
Ante esta tragedia, Azerbaijan Airlines ha tomado la decisión de suspender sus vuelos hacia varias ciudades rusas. La aerolínea ha mencionado que los resultados preliminares de la investigación apuntan a interferencias externas, tanto físicas como técnicas, en el accidente del avión Embraer 190 que operaba el vuelo Bakú-Grozni J2-8243.
Mientras tanto, el Kremlin ha declarado que se abstendrá de hacer comentarios hasta que la investigación concluya. Surgieron reportes que sugieren que la nave pudo haber sido alcanzada por misiles de defensa rusos, pero el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha afirmado que no harán ningún pronunciamiento hasta que se esclarezcan los hechos.
En medio de estas especulaciones, el director de la agencia rusa de aviación civil Rosaviatsia, Dmitri Yadrov, mencionó que la situación en el aeropuerto de Grozni el día del accidente fue complicada debido a ataques de drones militares ucranianos. Sin embargo, ninguna de las partes involucradas ha confirmado públicamente la hipótesis de un posible derribo por misiles.
Las versiones sobre lo ocurrido varían, desde agujeros en el fuselaje del avión que podrían indicar un ataque con misiles de defensa antiaérea hasta testimonios de pasajeros que mencionan una explosión externa. Un funcionario estadounidense, quien solicitó mantener el anonimato, ha sugerido que hay indicios de que un sistema ruso de defensa antiaérea pudo haber alcanzado al avión siniestrado, lo que pondría en evidencia la postura de Estados Unidos sobre la situación en Ucrania.
A medida que se desarrolla la investigación, la incertidumbre y el dolor por esta tragedia se hacen presentes. La comunidad internacional espera respuestas y justicia para las víctimas del accidente aéreo en Kazajistán.