El pasado domingo falleció a los 100 años de edad el expresidente estadounidense, Jimmy Carter, recordado por su papel como mediador en conflictos mundiales, defensor de los derechos humanos y estadista, lo cual le valió el premio Nobel de la Paz. Carter, un demócrata cuyo mandato de 1977 a 1981 estuvo marcado por la crisis de los rehenes en Irán, dejó la Casa Blanca tras una derrota electoral ante Ronald Reagan.
A pesar de ser considerado ingenuo y débil en los círculos políticos de Washington, Jimmy Carter logró cambiar esta percepción a lo largo de los años gracias a sus acciones posteriores a la presidencia, como la negociación de un acuerdo de paz entre Israel y Egipto. Durante su mandato, Carter se centró en los derechos humanos, la justicia social y los valores democráticos, reflejado en su política hacia América Latina, denunciando abusos de dictaduras y comprometiéndose a devolver el Canal de Panamá a los panameños.
James Earl Carter Jr., nacido en 1924 en Plains, Georgia, pasó de ser un granjero a senador estatal y luego gobernador antes de lanzar su candidatura presidencial. Carter llegó a la Casa Blanca en un momento crítico para Estados Unidos, tras la guerra de Vietnam, el Watergate y una profunda recesión. Durante su mandato, Carter logró avances significativos, como los Acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto, el establecimiento de relaciones diplomáticas con China y la reapertura de las sedes diplomáticas en Cuba.
Sin embargo, el final de su mandato estuvo marcado por la toma de la embajada estadounidense en Teherán y la crisis petrolera, lo que contribuyó a su derrota electoral frente a Reagan. A pesar de ello, Jimmy Carter se reinventó como uno de los mejores expresidentes de Estados Unidos, fundando el Centro Carter y dedicando su vida a la promoción de la paz y los derechos humanos. En 2002, recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la resolución pacífica de conflictos internacionales.
A lo largo de su vida, Carter se mantuvo activo en causas benéficas, como la construcción de viviendas para Habitat for Humanity, incluso después de ser diagnosticado con cáncer en el cerebro en 2015. A los 100 años, Jimmy Carter se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en alcanzar ese hito, dejando un legado de compromiso con la paz y la justicia.