El Ministerio de Interior y Justicia reportó que un total de 812 ciudadanos colombianos han sido desplazados debido a los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC en la región fronteriza del Catatumbo. Estos combates han dejado más de 80 personas fallecidas.
Las autoridades informaron que se han habilitado cuatro puntos de atención humanitaria en el municipio Jesús María Semprún, estado Zulia, para brindar asistencia a los desplazados desde el jueves hasta el domingo. El viceministro para Gestión de Riesgo y Protección Civil, Juan Carlos Oti, supervisó las labores de atención, asegurando que se proporciona ayuda en salud, alimentación, transporte y garantía de identidad a los afectados, que incluyen hombres, mujeres y niños.
El Gobierno colombiano y las Fuerzas Militares se han enfocado en enviar ayuda humanitaria y rescatar a personas en riesgo debido a los enfrentamientos en la región del Catatumbo, ubicada en el noreste del país, cerca de la frontera con Venezuela. Durante un consejo de seguridad en Cúcuta, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, mencionó que se han extraído líderes regionales y familias de firmantes de paz de la zona.
En respuesta a la crisis, un avión proveniente de Bogotá llegó con 25 toneladas de ayuda humanitaria para las personas que se encuentran en albergues en Ocaña, principal ciudad de la región. La situación en algunas zonas rurales del Catatumbo sigue siendo tensa luego de la ofensiva del ELN contra la disidencia de las FARC.
Tras visitar Tibú, el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN, acusándolos de cometer «crímenes de guerra» en el Catatumbo y señalando su falta de voluntad por la paz. La negociación permanecerá suspendida hasta que el ELN demuestre su compromiso con la paz, según la jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, Vera Grabe.
En medio de esta crisis humanitaria, las autoridades continúan trabajando para atender a los desplazados y garantizar su seguridad en una región afectada por la violencia entre grupos armados.