El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia ha recibido un total de 41 cadáveres, incluyendo a un bebé de 19 meses y dos adolescentes de 14 y 16 años, como resultado de la violencia entre guerrillas en el Catatumbo, una región del noreste del país. Las autoridades estiman que estos enfrentamientos han causado entre 60 y 80 muertes.
Durante una rueda de prensa, la fiscal general, Luz Adriana Camargo, informó que desde el 15 de enero se han reportado 41 homicidios en la región, y todos los cuerpos han sido sometidos a la inspección técnica correspondiente. Sin embargo, la dificultad de acceso y seguridad en las zonas rurales donde se registran estos hechos violentos ha generado preocupación sobre la posible existencia de más cadáveres por recuperar.
La situación en el Catatumbo, caracterizada por su pobreza y geografía montañosa, ha sido descrita como incierta. Recientemente, un firmante de paz fue asesinado en plena calle en Teorama, agravando la crisis humanitaria en la región. Hasta el momento, se han identificado 39 de los 41 cuerpos recibidos, de los cuales 32 han sido entregados a sus familias. Entre las víctimas se encuentran 39 hombres, 2 mujeres y 3 menores de edad, incluyendo el bebé y los dos adolescentes mencionados.
La violencia entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el frente 33 de las disidencias de las FARC en el Catatumbo se desató la semana pasada, con un asesinato cerca de Tibú que habría sido el detonante de los enfrentamientos. La Fiscalía está investigando dos líneas de acción: los enfrentamientos entre los grupos armados y los posibles asesinatos selectivos de personas por parte de estos grupos.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha calificado la situación en el Catatumbo como un fracaso nacional y uno de los eventos más dramáticos en la historia contemporánea del país. Petro declaró el estado de conmoción interior para hacer frente a la crisis humanitaria y suspendió las negociaciones de paz con el ELN, al que acusó de cometer «crímenes de guerra». Como respuesta, la Fiscalía reactivó las órdenes de captura contra los negociadores de paz del ELN, incluyendo a miembros de su cúpula.