La crisis diplomática del pasado domingo con Estados Unidos requirió la intervención de diversos sectores políticos, económicos y sociales colombianos para evitar un deterioro mayor de la relación con ese país, señalaron este martes autoridades.
Así lo confirmó la canciller designada, Laura Sarabia, quien señaló que ese día consultó a varios integrantes de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, de la cual hacen parte, entre otros, los expresidentes de la república.
«Agradezco a varios miembros de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, gremios y asociaciones por sus opiniones. Como en esta situación, seguiré convocando esfuerzos para fortalecer el propósito común, más allá de las agendas domésticas, y avanzar en el manejo de esta coyuntura, que aún sigue su curso», expresó la funcionaria en su cuenta de X.
Sarabia, considerada la mano derecha del presidente colombiano, Gustavo Petro, y directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), participó el domingo en las reuniones del alto Gobierno para resolver la más grave crisis diplomática con Estados Unidos del último siglo.
En esas reuniones estuvieron el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, quien dejará el cargo el próximo viernes; Sarabia, que asumirá al día siguiente; el embajador en Washington, Daniel García-Peña, y el vicecanciller Jorge Rojas. Sin embargo, no estuvo Petro, que no se encontraba en Bogotá ese día, según reveló el embajador.
La crisis comenzó después de que Petro desautorizó, mediante un mensaje en la red social X y no por canales diplomáticos, el ingreso al país de dos aviones enviados por EE.UU. con colombianos deportados, alegando que, al venir esposados, no estaban recibiendo un «tratamiento digno».
En respuesta a esa negativa, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la imposición de aranceles del 25 % a todos los productos colombianos, además de otras sanciones de viaje y migratorias, y Petro respondió con una medida similar, lo que causó pánico en todo el país ya que EE.UU. es el principal socio comercial de Colombia y aliado estratégico en asuntos políticos y de seguridad.
Según una versión del diario The New York Times citada por medios colombianos, entre las personas a las que Sarabia contactó para ayudar a resolver la crisis estuvo el expresidente Álvaro Uribe, opositor a Petro, pero con buenos contactos en el Departamento de Estado de EE.UU. en la nueva Administración republicana.
«Sarabia instó a Uribe llamar a sus amigos en Washington, incluido el nuevo secretario de Estado, Marco Rubio», según el diario estadounidense.
Al respecto, Uribe señaló hoy que cuando «se supo la noticia del grave problema con los Estados Unidos» recibió una llamada de «una tercera persona, quien ninguna participación tiene en la política, me dijo que la señora canciller (Sarabia) necesitaba urgentemente hablar conmigo».
«Le dije que hiciera una comunicación de los tres (Three Line). La señora canciller me dijo que ya tenían una solución que estaban consultando, que había leído nuestro comunicado (del partido Centro Democrático) y ahí terminó la comunicación.»
Uribe, como los demás exmandatarios, hace parte de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, un cuerpo consultivo del jefe de Estado del cual también hacen parte tres representantes del Senado, tres de la Cámara y dos miembros elegidos por el presidente.
La actuación de Petro en esta crisis fue muy criticada por prácticamente todos los sectores por el impacto devastador que tendrían los aranceles y otras sanciones estadounidenses en la economía del país.
Sin embargo, el mismo domingo la Casa Blanca dio por cerrada la crisis con Colombia y aseguró que hubo un acuerdo por el cual el Gobierno de Petro aceptó «todos los términos del presidente Trump.»
Eso incluye «la aceptación sin restricciones de todos los ilegales extranjeros de Colombia retornados desde Estados Unidos, incluidos en aviones militares, sin limitaciones o retrasos», de los cuales los dos primeros llegaron hoy a Bogotá.