Después de un día tenso marcado por las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, la Casa Blanca emitió un comunicado informando que el presidente Gustavo Petro aceptó todos los términos propuestos por Donald Trump. Se llegó a un acuerdo para evitar futuras restricciones por parte del Gobierno estadounidense.
En el comunicado, la asistente del presidente en la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció que Colombia aceptó sin restricciones el retorno de todos los extranjeros ilegales desde Estados Unidos en aeronaves militares estadounidenses, sin demoras ni limitaciones. Además, se acordó mantener en reserva las tarifas y sanciones redactadas, las cuales solo se firmarán si Gustavo Petro no cumple con el acuerdo.
Por otro lado, se confirmó que las sanciones de visas emitidas por el Departamento de Estado y las inspecciones intensificadas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza seguirán vigentes hasta que el primer avión cargado de deportados colombianos regrese exitosamente a Estados Unidos. La postura de Trump es clara: proteger la soberanía de la nación estadounidense y espera la cooperación de otras naciones.
Tras el comunicado de la Casa Blanca, la cancillería colombiana también emitió un comunicado en el que expresaron haber superado el «impase» con el gobierno de Estados Unidos. El canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador Daniel García Peña viajarán a Washington D.C. en las próximas horas para mantener reuniones de alto nivel y dar seguimiento a los acuerdos alcanzados.
En cuanto al conflicto inicial entre Petro y Trump, inició cuando el presidente colombiano se negó a permitir el aterrizaje de aviones militares estadounidenses en Colombia para deportar migrantes de ese país. Trump interpretó esto como una amenaza a la seguridad nacional y respondió con sanciones, aranceles y revocación de visas para funcionarios colombianos, desatando una serie de tensiones entre ambas naciones.
Finalmente, tras intensas negociaciones, Colombia aceptó recibir a los migrantes deportados, evitando así las sanciones y aranceles anunciados. Este evento refleja una confrontación y negociación entre dos presidentes con ideologías diferentes, destacando la importancia de la diplomacia y el diálogo en las relaciones internacionales.