El gobierno de Estados Unidos ha tomado medidas drásticas contra Cuba al reinstaurar la Lista Restringida, una herramienta que prohíbe a empresas y ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con entidades controladas por el gobierno cubano, particularmente aquellas vinculadas a los servicios militares, de inteligencia o de seguridad.
El secretario de Estado, Marco Rubio, emitió un comunicado en el que justificaba esta decisión, destacando la necesidad de negar recursos a las ramas del gobierno cubano que oprimen al pueblo cubano y mantienen un control significativo sobre la economía del país. Esta medida busca promover la rendición de cuentas del régimen cubano y rechazar su influencia maliciosa en las Américas y a nivel mundial.
Entre las entidades incluidas en la Lista Restringida se encuentra Orbit, una empresa de procesamiento de remesas que, según el Departamento de Estado, opera bajo el control de los militares cubanos. Rubio también expresó el apoyo de Washington a los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo cubano, exigiendo la liberación de todos los presos políticos detenidos de manera injusta.
En este contexto, el mandatario Donald Trump ha revocado la decisión de su predecesor de retirar a Cuba de la lista estadounidense de estados promotores del terrorismo, reafirmando así una postura más firme hacia el gobierno cubano. El congresista Mario Díaz-Balart, de ascendencia cubana, celebró esta medida como un compromiso del nuevo Ejecutivo con la libertad del pueblo cubano.
En un gesto de solidaridad con los afectados por la represión en Cuba, la embajada de Estados Unidos en La Habana se ha reunido con familiares de presos políticos y disidentes, reafirmando el apoyo incondicional de Estados Unidos a su causa. Esta acción refleja el compromiso del gobierno estadounidense con la defensa de los derechos humanos y la democracia en la isla caribeña.