La administración Trump ha decidido revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300,000 venezolanos en Estados Unidos, lo que los dejará vulnerables a una posible deportación en los próximos meses, según documentos gubernamentales obtenidos por The New York Times.
Esta medida, que representa la primera acción del presidente Trump en su segundo mandato para eliminar estas protecciones, confirma su intención de continuar con la ofensiva contra el programa que inició en su primer mandato al intentar terminar con el estatus para inmigrantes de Sudán, El Salvador y Haití, entre otros. A pesar de los desafíos legales anteriores, Trump ahora busca hacer que los cambios sean más inmediatos para los venezolanos bajo el TPS.
Durante su primer mandato, tras poner fin a las protecciones para migrantes de El Salvador y Haití, la administración permitió que los afectados mantuvieran su estatus por un período de 12 a 18 meses antes de finalizar. Esta vez, los venezolanos bajo el TPS perderán su estatus temporal 60 días después de que el gobierno publique el aviso de terminación, lo que refleja una decisión más drástica y rápida.
La revocación del TPS para más de 300,000 venezolanos plantea la posibilidad de que otros grupos, como los más de 250,000 venezolanos con protecciones hasta septiembre, también puedan perder su estatus en el futuro. Esta acción aumenta el número de personas sin un estatus migratorio formal en Estados Unidos, en medio de los esfuerzos de deportación masiva liderados por la administración Trump.
La decisión de la administración Trump de revocar las protecciones del TPS para los venezolanos podría enfrentar desafíos legales por parte de activistas de los derechos de los inmigrantes, quienes han estado esperando una decisión de este tipo. La incertidumbre y la posible deportación de miles de venezolanos en Estados Unidos plantean un escenario complejo en medio de la política migratoria actual.