El líder chileno Gabriel Boric no dudó en calificar una vez más a la administración de Nicolás Maduro en Venezuela como una «dictadura». Durante su visita a Uruguay, Boric mantuvo reuniones con destacadas figuras políticas, pero no perdió la oportunidad de expresar su opinión sobre la situación en Venezuela, afirmando que hubo fraude electoral el pasado 28 de julio.
En un giro inesperado, el asesinato de Ronald Ojeda podría convertirse en un conflicto internacional sin precedentes. La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, ya había advertido que estaban dispuestos a denunciar a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por este crimen. Boric respaldó esta postura, señalando que acudirán a la justicia internacional si se confirman los indicios que vinculan a Diosdado Cabello con el asesinato de Ojeda en suelo extranjero.
En caso de corroborarse estas sospechas, Boric advirtió que sería una violación sin precedentes a la soberanía y los derechos humanos de Chile. La posibilidad de que un gobierno extranjero haya perpetrado un asesinato en su territorio representa un acto grave que no tiene cabida en la historia del país. Por lo tanto, el líder chileno se mostró firme en su postura y dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para hacer justicia en este caso.