El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su descontento con la actitud de algunos de sus ministros durante la reciente reunión del gabinete. En un encuentro televisado, Petro evidenció las divisiones internas en su gobierno y sugirió que aquellos funcionarios interesados en hacer campaña electoral deberían renunciar a sus cargos.
Petro lamentó que, en lugar de abordar los incumplimientos de compromisos gubernamentales, se optara por desviar la atención y lanzar ataques destructivos. Ante esta situación, el presidente anunció posibles cambios en su equipo de gobierno, con la premisa de mantener a aquellos comprometidos con la ejecución del programa gubernamental.
En el contexto electoral del próximo año en Colombia, donde se celebrarán elecciones parlamentarias y presidenciales, Petro recordó que la legislación del país prohíbe a quienes hayan ocupado cargos públicos con manejo de presupuestos en los 12 meses previos a la inscripción presentarse como candidatos.
La crisis en el gobierno de Petro se acentuó con la renuncia del director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Jorge Rojas, tras una semana en el cargo. La designación de Armando Benedetti como jefe de Despacho Presidencial, a pesar de acusaciones de corrupción, generó críticas de varios ministros y de la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez.
La nueva canciller, Laura Sarabia, allegada a Petro, también fue objeto de cuestionamientos por parte de la vicepresidenta y ministros, señalándose que desde su posición controla el acceso al presidente. En respuesta, Sarabia enfatizó la responsabilidad de cada ministro en el cumplimiento de los compromisos gubernamentales.
Para transparentar la gestión gubernamental, Petro anunció que todas las futuras reuniones del consejo de ministros serán televisadas, con el objetivo de involucrar al pueblo en la política y fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones. Esta medida busca promover la rendición de cuentas y fortalecer la democracia en Colombia.